Juan José Liarte
Juan José Liarte*.- Escribo estas líneas desde la consternación que me ha provocado el artículo publicado en Alerta Digital, que incluye el inaceptable video que un individuo ha remitido a quien -en su capacidad intelectual limitada- ha pensado que más y más impunemente puede ofender: una asociación católica de Consagración a la Virgen. Un video en que se exhibe a sí mismo semidesnudo en el natural acto de miccionar mientras baila reguetón. No se ve bien la cara de este señor, solo su grueso y fofo trasero. El reguetón simplemente viene a reforzar una cutrez Torrentina que ya era obvia.
La diputada de Vox Patricia Rueda posa con Álvaro Pinazo.
Que el fulano en cuestión sea el responsable de sede de Vox en Málaga no me parece razón para responsabilizar al partido sin más. El problema, especialmente para Vox, es que no se trata de la primera vez que este individuo protagoniza un episodio rayano en lo delictivo y con importante componente sexual/escatológico claramente enfermizo, ni es la primera vez que de forma tanto pública como privada se denuncia que esta persona es capaz de desarrollar estos comportamientos y además hacerlo de forma reiterada; el problema es que tiene responsabilidad en un partido que dice defender precisamente lo contrario.
Este señor, a quien no tengo el disgusto de conocer, padece algún tipo de desorden de personalidad de tipo exhibicionista y los desórdenes asociados evidentes que no me corresponde diagnosticar al tiempo que milita y tiene cargo en un partido, VOX, cuyos militantes –salvo que tengan cargo- no toleran la hipocresía, ni la inmoralidad, ni la corrupción cuando la descubren. En otros partidos lo trasladarían a otro puesto de perfil bajo y fin del asunto, pero al aparato de VOX – aun cuando estuviera dispuesto a tolerar cualquier tipo de comportamiento siempre que se sea leal al partido, como en cierta ocasión se me dijo a mí- le conviene saber que los votantes no lo van a consentir sin reacción.
Amigo bailarín de sospechosas inclinaciones, has hecho méritos para que te encarguen ir dando charlas por los colegios a los niños acerca de la importancia de reconocer las propias inclinaciones -por desviadas que sean- e incluso explorarlas, fomentarlas, potenciarlas, disfrutarlas y compartirlas con los demás. ¡Tú no te prives!
*Juan José Liarte es miembro de Abogados Cristianos y diputado en la Asamblea Regional de Murcia.
