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Juan José Liarte, portavoz de VOX en la Asamblea de Murcia: «La caída de Sánchez, que llegará, no es útil si no viene acompañada de la derrota del sanchismo»

AGM

AD.- Su visita a Málaga el viernes 5 de noviembre a instancias de la Plataforma Antigestora de Vox ha despertado un notable interés no solo en este partido sino en otros sectores de la sociedad malagueña. Sus opiniones y análisis son una refrescante alternativa al discurso oficial. Se trata del jurista y portavoz de VOX en la Asamblea de la Región de Murcia, Juan José Liarte, uno de los mejores oradores de la derecha española, aficionado al estudio de antiguas órdenes militares medievales y un político siempre fiel a sus sólidos principios cristianos (forma parte de la asociación Abogados Cristianos). Tratándose el nuestro de un país donde con tanta facilidad se enajenan valores, se transforman principios y se recalifican voluntades, no sería capaz de hallar mejor presentación para este cartagenero sobrio, culto y sencillo.

Hemos conversado largamente con él y conocido su punto de vista sobre temas tan diversos como la situación de la derecha española, el estado de VOX en Murcia y otras cuestiones que afectan a la vida de millones de españoles.

Su permanente compromiso ético con España y su sometimiento a la verdad antes que a la corrección política, conforman dos de los ejes sobre los que gravita una vida política coherente y ejemplar. Como ya ha sido descrito, a su pasión por el medievo español suma también una debilidad por el nipón. Liarte es instructor de esgrima japonesa de la escuela Koryu, la más tradicional, heredera de las órdenes militares de samuráis. La política le deja ahora poco tiempo para practicar los movimientos con sus sables, dar clases a sus alumnos y programar futuros viajes a Japón, donde perfecciona un arte marcial que tiene mucho de cultura y filosofía y poco de competición. Con esas prácticas recarga energía para conseguir el equilibrio necesario en una esfera política cambiante, trepidante y, por ahora, incierta.

– ¿Le ha sorprendido la expectación mediática que ha generado su anunciada visita a Málaga el día 5 de noviembre?

Un poco sí; uno de los efectos más desafortunados del proceder de Vox ha sido la desilusión y la desmotivación por la política de muchas personas de valía. Veo sin embargo que aún quedan muchos que no confunden una desilusión puntual con una excusa para desertar de nuestros deberes como ciudadanos españoles.

-¿Puede adelantarnos alguno de los ejes sobre los que girará su discurso en Málaga?

Mi intención es tratar de establecer un diálogo acerca de cuáles son los deberes más urgentes en la política nacional. Quisiera hablar acerca del cumplimiento del deber como ciudadanos, de la importancia de discernir y diferenciar lo importante de lo urgente y de cómo, en ocasiones, ambas cosas son lo mismo.

– Ex portavoz de Vox en la Asamblea de la Región de Murcia, para muchos el hombre con más proyección de la derecha en Murcia, acudiendo a Málaga para dar una charla organizada por la Plataforma Antigestora de Vox. Es indudable que estos ingredientes no dejan indiferente a ningún paladar…

Sigo siendo portavoz parlamentario del Grupo VOX aunque no sea militante hasta enero en que previsiblemente se emitirá la sentencia con la anulación de mi expulsión del partido. Yo no pretendo hacer ni decir nada que perjudique la defensa política del ideario que abracé en su día pero no veo inconveniente en analizar públicamente las razones por las que salí del partido y mostrar los documentos a quien quiera verlos.

– ¿Cree que si otras provincias hubiesen seguido el ejemplo de la Plataforma Antigestora de Málaga, Vox sería hoy un partido mejor estructurado territorialmente y sin tantas bajas como ha sufrido?

No puedo saberlo, pero es evidente que allí donde los ciudadanos son más proactivos y menos conformistas las cosas funcionan mejor. Temo que en el caso de Vox el desprecio al militante no es un descuido sino una directriz de funcionamiento, una forma de que la cúpula mantenga un control férreo. La proactividad de los militantes en esos casos suele traducirse en expulsiones, con lo que pienso que habría habido muchas expulsiones.

– ¿Se puede echar a Pedro Sánchez de la Moncloa sin una unión real y efectiva de la derecha?

Tal vez sí, pero esa no es la cuestión principal. La cuestión principal es ganar la batalla cultural, derrotar el pensamiento único. La caída de Sánchez, que llegará, no es útil si no viene acompañada de la derrota del sanchismo, del pensamiento débil y de los privilegios para determinados grupos sociales como forma de entender la política.

Es necesaria una unión de los ciudadanos; los políticos llegarán tarde y se pondrán a la cabeza de la manifestación, pero que nadie dude que el primer movimiento ha de darlo de forma inequívoca la sociedad.

– ¿Qué opina de la irrupción en la arena política de partidos como TuPatria, Valores o España Suma, entre otros?

Responde a la percepción de muchos ciudadanos de la situación de crisis política y cultural que hace muchos años que atravesamos y al deseo de aportar al bien de la patria; pero tenemos que encontrar formas de trabajar juntos y entender que el primer deber es no renunciar pero sí postponer las diferencias entre nosotros.

– ¿Por qué cree que Vox ha pasado de tener en Murcia su principal granero de votos a perder en dos años a tres diputados regionales y a un tercio de sus concejales?

No coincido del todo con esta proposición, creo que Vox sigue teniendo muchos votantes en Murcia. Las personas más formadas y con recorrido profesional no aceptan la tiranía interna y se van marchando, pero al mismo tiempo el hueco que dejan va siendo rellenado con personas menos independientes económica e intelectualmente. Los votantes, por su lado, aún no perciben lo que realmente es Vox; es el voto de los indignados, de los desilusionados y de los que no están bien informados, repartido todo ello en las más diversas proporciones.

– ¿A qué atribuye que Ortega Smith haya optado por la creación de gestoras en más de 30 provincias, en contra del pronunciamiento de las bases?

Es directriz de funcionamiento que “Madrid” debe tener control absoluto sobre lo que suceda en todas las provincias, entre otras cosas para impedir la aparición de posibles líderazgos regionales; el partido afirma abiertamente que en Vox no habrá Feijoos. Es una forma peculiar de absolutismo que a los mediocres, por cierto, les encanta. Jonathan Swift escribió sobre esto en “Los viajes de Gulliver”.

– ¿Entiende el frente de guerra abierto por Casado contra el principal activo electoral que tiene actualmente el PP?

No somos pocos los que fuera y dentro del PP hemos advertido de los riesgos de una división interna en este momento; estoy seguro de que en breve quedará restablecida la armonía y el sentido común.

-¿Qué impide a la derecha imponer su discurso frente a una izquierda ideológicamente hegemónica?

La respuesta está en la propia pregunta; la izquierda impone su discurso porque la imposición está en su ADN. La derecha debe entender que el discurso de la libertad, del respeto, de la tolerancia, de la protección del débil pero también del rechazo de los privilegios, del imperio de la ley, debe prevalecer por la fuerza de la razón. Para poder ser flexibles en lo sustantivo hay que ser muy estrictos en el cumplimiento de los cauces legales, o extenderemos el caos. La creación de foros de pensamiento, fomentar el respeto social y la admiración por la excelencia –símbolos todos del pensamiento liberal y conservador- resultan imprescindibles.

La izquierda ha conseguido que confundamos radicalismo con firmeza en la defensa de lo correcto. Vox ha demostrado, y hay que reconocérselo, que no tenemos por qué dar la batalla cultural por perdida y aceptar ciertos posicionamientos que la izquierda se ha empeñado en decir que son intocables. Lo que no comparto de Vox es que para combatir a los gamberros tengamos que comportarnos como gamberros nosotros también.

– El cristianismo ha inspirado siempre su actividad política. ¿Cree que en el laicismo radical imperante radica la falta de fundamentos morales que se aprecia no solo en un amplio sector de la población, sino también en los representantes públicos?

El problema de todos aquellos que no creen en la existencia de nada más grande que uno mismo es que su motivación última sólo puede ser uno mismo. Más grave que el laicismo es el inmanentismo, que nos lleva a vivir en la sociedad líquida que describe Baumann.

– ¿Qué mensaje querría trasladar a los malagueños que tiendrán la ocasión de verle y escucharle el 5 de noviembre?

Que hay esperanza para el centro derecha, que no está dicha la última palabra, que si nos atrevemos aún hay mucho por hacer y que tengo muchas ganas de verles y escucharles.