Juan Luis Steegmann, portavoz sanitario de Vox en el Congreso de los Diputados, se ha jactado de que el partido verde “somos el único grupo que ha pedido comprar más vacunas incluso fuera de los acuerdos de la Unión Europea”, enfatizando a continuación: “¿Para qué proponía Vox comprar más vacunas si no era para ponerlas?”.
Estas afirmaciones de Steegmann fueron hechas en el transcurso de una entrevista concedida a Redacción Médica. En ella insistió que “Vox cree en la ciencia, y por eso estamos defendiendo la vacunación desde el principio, porque hemos tenido una aproximación científica a este problema”. “Vox ha demostrado, con sus propuestas, ser un partido provacuna”, apostilló.
“Hay que hacer pedagogía sobre la vacunación”, subrayó Steegmann, quien también destacó que el el grupo parlamentario de Vox haya sido “el más activo en la aceleración vacunal”.
Sobre las medidas drásticas que se están planteando en países como Alemania o Austria, que incluyen incluso el confinamiento de los no vacunados, el portavoz sanitario de Vox en el Congreso dijo: “Los austriacos y los alemanes tienen algunas tendencias autoritarias que, por experiencia, le puedo decir que son nefastas. Lo que tienen que hacer los alemanes es espabilarse y convencer a la población de que se vacune. Esa cuestión de tener confinados a los no vacunados a mí me parece estremecedora. Otra cosa es que, en estos momentos, estamos viendo un repunte de la incidencia. Y por eso hemos preguntado al Gobierno por qué no se hacen más secuenciaciones en España y ver si detrás de ese aumento están variantes más contagiosas. ¿Por qué se hacen tan pocas secuenciaciones en España? Un país cuyo Producto Interior Bruto depende en un 20 por ciento del turismo tiene que ser un destino seguro. El Estado tiene que de dar seguridad con vacunas y protección. Nada de encerrarnos ni de impedir la libertad de movimiento”.
Steegmann expresó también en la entrevista su preocupación ante una nueva oleada de coronavirus. “En los hospitales se está viendo cómo aumentan los casos incluso en los propios trabajadores. Hay que hacer pedagogía sobre la vacunación, porque hay un 21,3 por ciento de gente de entre 30 y 39 años que queda sin vacunar. Parece lógico que no le preocupe a los jóvenes, porque saben que lo normal es que no se vayan a morir, pero hay que decirles que pueden contagiar a sus abuelos, a sus padres. Y también impulsar dosis de refuerzo como se está haciendo en Israel y en Estados Unidos”.