La consellera de la Presidencia, Meritxell Budó, se ha desmarcado este martes de la urgencia que expresa ERC para investir cuanto antes a Pere Aragonès y ha animado a los negociadores a tomarse «el tiempo necesario» para alcanzar «no un acuerdo de investidura, sino un buen acuerdo de legislatura».
Tras la reunión semanal del Govern, Budó ha quitado hierro a la reunión este martes en Lledoners entre dirigentes de ERC -Aragonès, Oriol Junqueras y Josep Maria Jové- y otros tres de JxCat -Jordi Sànchez, Elsa Artadi y Josep Rius- en la cárcel de Lledoners. Para Budó, principal voz de JxCat en el Govern, se trata de «una reunión más en el marco de las negociaciones entre ambos partidos», que deben alejarse del «ruido mediático» para no entorpecer las conversaciones.
Confía en que la reunión «servirá para avanzar en este marco de negociación». Según Budó, los negociadores, a quienes ha expresado su «plena confianza», deben tomarse todo «el tiempo necesario para que sea realmente un buen acuerdo» que permita formar un Govern «estable», por lo que ha evitado suscribir el ultimátum lanzado por ERC para dejar atada la investidura de Aragonès antes del 1 de mayo.
Aragonès en Lledoners
El candidato de ERC a la presidencia de la Generalidad, Pere Aragonès, negocia directamente con el secretario general de JxCat, Jordi Sànchez, la formación de un nuevo gobierno en Cataluña. La reunión se produce cuando queda poco menos de un mes para que se agote el plazo límite para investir a un nuevo president. De lo contrario se deberán convocar elecciones. ERC quiere acelerar unas negociaciones que avanzan con lentitud.
ERC maneja como tope para el acuerdo la fecha del 1 de mayo y recuerda que la presidencia de la Generalitat está en funciones desde hace ya siete meses. Sin embargo, la vicepresidenta y portavoz de JxCat, Elsa Artadi, rebajó ayer las expectativas y espera que en la reunión haya un único punto en el orden del día: la estructura del futuro gobierno.
Fue ERC quien pidió un encuentro «100 % presencial» con la participación de Aragonès, para presentar su propuesta de estructura de gobierno, y JxCat consideró imprescindible que en ella también esté su secretario general, Jordi Sànchez, preso en Lledoners.
La oposición en Cataluña ha criticado esta reunión, pues mientras desde el PSC creen que no puede realizar un nuevo pacto independentista que ya se ha demostrado que es un «fracaso», desde Ciudadanos y PPC se recuerda lo negativo que es que sea precisamente una cárcel el marco para negociar la nueva administración catalana.
