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Katalin Novák, ministra húngara de Familia: ‘Tenemos unos valores cristianos a los que no vamos a renunciar’ – La Gaceta de la Iberosfera

La familia parece haber perdido importancia durante las dos últimas décadas en el mundo occidental. La razón más relevante a la hora de explicar dicha pérdida tiene que ver con la consagración de la ideología progresista en la mayoría de países europeos. La consecuencia más evidente de todo lo anterior es la crisis demográfica que vive nuestro continente. Por poner un ejemplo, en España la media de hijos es de 1,18, una de las tasas más bajas registradas en la historia. A esto, le tenemos que sumar la problemática producida por los 100.000 abortos que tienen lugar en nuestro país. La familia no parece importar a los políticos mainstream que gobiernan nuestro país. Desde hace décadas, han dejado de lado la institución más importante, aquella que sirve de pilar para la sociedad.  La campaña contra la familia tradicional es en este momento explícita. Titulares como “los padres desperdician 4000 horas de su vida durante la crianza de sus hijos” o “los hijos no lo son todo” son evidencia de lo anterior.

«Nosotros pensamos y vemos que el futuro está en nuestros hijos. Eso significa que nos gustaría empoderar a los jóvenes húngaros para que puedan tener todos los hijos que deseen»

Pero aún queda esperanza en el grupo Visegrado, y concretamente en Hungría. Antes de hablar de las políticas realizadas, dediquemos unas líneas a describir el perfil profesional de la mujer encargada de proteger a la familia en este país de Europa del Este. Katalin Novák es la actual Ministra de Familia húngara, además de ser la vicepresidenta del partido Fidesz desde el año 2017. Ha estudiado economía y derecho y habla francés, inglés, alemán y un poco de español. Lleva involucrada en distintas tareas políticas desde el año 2001, pero fue en 2018 que inició su misión más importante: la protección de la familia. La familia ha sido una prioridad para el partido político Fidesz. Al tomar el poder, Hungría poseía una tasa de fertilidad del 1,25%, con 3,6 matrimonios y 40.000 abortos reportados. En al año 2011, se aprobó la Ley Fundamental para defender la familia, el matrimonio y la vida humana. Esta ley incluía ciertos elementos que contribuían (y contribuyen) a la protección de la familia. La ley señala que la vida del feto está protegida desde el momento de la concepción; también, que Hungría protegerá la institución del matrimonio entendiendo el mismo como la unión de un hombre y una mujer. 

Con las políticas de Novak, Hungría destina un 4% del PIB a proteger y promocionar la familia, cosa que ningún otro país de la UE ha hecho. En segundo lugar, incentiva a los húngaros para aumentar la natalidad. Todo lo anterior, se traduce en el Plan de Acción para la Protección de la Familia. A través de dicho programa, se facilita el acceso a los matrimonios a un préstamo de 29.000€ sin intereses. Gracias al programa y en función del número de hijos que se tengan, el programa se gestiona de la siguiente manera: si se tienen dos hijos, se debe devolver un tercio; con 3 hijos o más, no hay necesidad de devolver el crédito. Gracias a esta instrumento legal, más de 200.000 familias húngaras han salido beneficiadas.  

La tasa de fertilidad en Hungría entre 2010 y 2020 aumentó un 24% y los matrimonios se duplicaron en esta década

Esta y otras medidas, unidas a un gran progreso económico han provocado que Hungría pueda revertir los números del 2010. El país se ha convertido en un ejemplo a seguir para muchas de las naciones europeas. ¿Qué datos muestra Hungría en la actualidad? Menos de 20.000 abortos reportados, un aumento de la tasa de fertilidad con 1,55 hijos y 5,2% matrimonios por cada mil habitantes. Esto significa que la tasa de fertilidad entre 2010 y 2020 aumentó un 24% y los matrimonios en esa década se duplicaron. 

La gestión de Katalin Novák no acaba aquí. Su objetivo es llevar la tasa de natalidad hasta el 2,1% en el año 2030.  Novák destaca lo siguiente: “Nosotros tenemos una cultura y unos valores cristianos a los que no vamos a renunciar. No consideramos la inmigración ilegal como la herramienta para solucionar la crisis demográfica. Nosotros pensamos y vemos que el futuro está en nuestros hijos. Eso significa que nos gustaría empoderar a los jóvenes húngaros para que puedan tener todos los hijos que deseen”. Tanto Novák como el Gobierno de Orbán renuncian a someterse a la agenda globalista de la acogida de inmigrantes ilegales para solucionar lo que los políticos de antaño han hecho mal: resolver el problema demográfico con inmigración y multiculturalismo.