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La disidencia como principio contra el sistema

Montse Gil-Delgado.- La gente necesita referencias, nos han educado desde pequeños para que tomemos partido por un bando, por un color, por un equipo. Y nos han inculcado que somos seres dependientes y frágiles que necesitamos un sistema que nos proteja y que nos va a proporcionar unas condiciones de vida aceptables, cierta seguridad, en todos los aspectos.

Y poco a poco vamos delegando en las autoridades nuestra responsabilidad real para con la sociedad; el compromiso social se limita a cumplir las normas, como buenos ciudadanos, sin cuestionar apenas nada. Y cuando un grupo con determinadas inquietudes no se siente representado, y el sistema percibe que podría convertirse en el germen de una sublevación, ellos mismos crean un movimiento político, disfrazado de revolución social, con aires espontáneos, para controlar y canalizar la posible disidencia. Los que realmente dirigen el mundo llevan mucha ventaja en cuanto al estudio del comportamiento humano, y parece que han encontrado la fórmula para manejar la conciencia colectiva, nos han hecho dependientes de los medios, de la tecnología, y a través de ellos nos crean problemas sin que seamos capaces de verlo, y son ellos mismos los que nos ofrecen la solución. Y en este proceso vamos perdiendo capacidad de reaccionar y de pensar por nosotros mismos, libres de toda influencia externa: el trabajo psicológico constante y reiterado va dando resultado. La obra culmina con un experimento como el que han puesto en marcha con la pandemia: el miedo a la muerte, el terror, se instala de tal manera en las personas que están dispuestas a hacer cualquier cosa.

El miedo es el arma más poderosa. Entonces es cuando el grado de sumisión hacia los gobernantes es total, y estos aprietan y relajan la presión con técnicas de control mental de manual. Nos liberan y nos encierran, nos hacen aún más dependientes de nuestros amos, pero cada uno va a mirar a su referente, a «los suyos», porque confía en ellos y se siente seguro obedeciendo. y así durante años. por eso me duele tanto el trabajo burdo pero muy efectivo que están aplicando en los colegios sobre los niños.

En mi opinión va a tener efectos devastadores sobre las próximas generaciones. Pero por alguna razón, hay gente que es más o menos inmune a todo este proceso. Hay gente que lo cuestiona todo y no va aceptar tan fácilmente lo que la autoridad nos impone. ¿La razón para que esto sea así? Con eso solo puedo especular, pero seguramente la genética sea un factor importante. También pienso que podrían existir causas físicas, estamos ingiriendo a diario gran cantidad de elementos tóxicos que quizás puedan influir en nuestra capacidad de análisis, pero eso da para un libro…