Ángela Rodríguez ‘Pam’ usó hace unas semanas los datos de un estudio realizado por el Instituto de las Mujeres para afirmar que el 75% de las jóvenes españolas prefieren la penetración antes que la masturbación, unas declaraciones que levantaron mucha polémica. Sin embargo, el dato no es exactamente como lo menciona la secretaria de Estado de Igualdad.
Lo que señala el estudio La sexualidad de las mujeres jóvenes en el contexto español. Percepciones subjetivas e impacto de la formación, del que obtuvo el mencionado dato, es que la penetración vaginal es la práctica sexual más habitual entre las entrevistadas, con un 74,6%. Y aunque el dato puede llevar a la conclusión de que, dado que es la más elegida, es la práctica preferida de las jóvenes, el propio estudio indica que esta elección puede estar condicionada por las preferencias de la pareja, dado que una relación sexual con otra persona ya implica que no hay una única opinión.
«No es que la prefieran, es que la escogen», dice en una conversación con THE OBJECTIVE Ana Lombardía, sexóloga colaboradora de We-Vibe. «Una cosa es desear y otra es consentir», puntualiza.
De hecho, si miramos los datos relativos a la satisfacción con dichas prácticas sexuales, aquí la penetración baja de posición y es la autoestimulación la que obtiene el protagonismo, pues «resulta la más satisfactoria de las dimensiones sondeadas». Así, el 92,3% de las encuestadas se muestran entre satisfechas y muy satisfechas con el placer que les proporciona la masturbación, una cifra que desciende cuatro puntos cuando son preguntadas por el placer que les proporcionan sus parejas sexuales.
Más placer con la masturbación entre mujeres de más edad
La cifra de mujeres que se muestra satisfecha con el placer que les proporcionan sus parejas sexuales, según otras encuestas realizadas por diferentes empresas, se reduce a medida que aumenta la edad de las mujeres que participan.
Así, según una encuesta hecha por Amantis, el 67% de las mujeres afirma que la masturbación es la práctica que las hace llegar al orgasmo con más facilidad, un dato que aumenta hasta el 100% entre las mujeres de 45 a 50 años y que se sitúa en el 73% entre las mayores de 50.
Sí es cierto que las jóvenes de entre 18 y 25 años son las que menos seleccionan esta opción como la más placentera, con el 44% de las encuestadas. Esto, explica Lombardía, es bastante común, y es que «como en la mayor parte de los encuentros sexuales en parejas heterosexuales, el placer gira en torno a ellos y no tanto en torno a ella, al final, cuando eras jovencita, todo es nuevo y te parece bien, pero cuando vas aprendiendo y vas descubriendo otras formas de sentir placer, las mujeres que son mayores empiezan a preferir masturbarse ellas antes que otros actos sexuales con los que normalmente su placer queda relegado a un segundo plano».
Otro estudio, en este caso realizado por Diversual, se centra en algo más concreto, el orgasmo. En este caso, también aumenta con la edad la satisfacción con la autoestimulación. De esta forma, en el grupo de mujeres de entre 36 y 65 años, el 63,1% dice llegar siempre al orgasmo con esta práctica sexual, una cifra que desciende hasta el 43,7% en el grupo de edad que va desde los 18 hasta los 24 años.
En cuanto a las relaciones sexuales con otra persona, solo el 14% dice llegar al clímax en todas las ocasiones y el 48,5% dice hacerlo la mitad de las veces. Dentro de este dato, las mujeres con pareja están más satisfechas que las que tienen relaciones esporádicas, siendo el 52,2% de las primeras y el 40% de las segundas las que alcanzan el orgasmo la mayoría de las ocasiones.
¿Por qué se elige entonces la penetración?
Viendo los datos de diferentes encuestas, queda claro que la autoestimulación es la práctica más placentera. Entonces, ¿por qué la penetración es la más escogida?
Según explica Ana Lombardía, esta decisión es multifactorial y es que, aunque la penetración «no tiene tanta intensidad ni es tan estimulante», sí que proporciona placer de otras formas, como por «el vínculo emocional que se crea con la otra persona, el morbo de sentirse penetradas por su pareja» o incluso sentir la excitación de la pareja sexual. Además, a algunas mujeres les gusta cuando son ellas las que controlan la postura y, por tanto, pueden frotar el clítoris contra la pelvis de su pareja.
En otras ocasiones, añade la sexóloga, puede ser incluso porque la mujer no se atreva a la autoexploración, a conocerse a sí misma, y prefiere por tanto dejar las riendas de la relación a la otra persona. «Hay mujeres que prefieren la penetración porque ellas no se conocen a sí mismas, les da vergüenza, les da pudor tocarse a sí mismas, explorar», en muchos casos «porque tienen muchos prejuicios en torno a su propio cuerpo y no saben disfrutar». Por eso acaban prefiriendo la penetración, «porque es una práctica en la que depende todo de ellos».
Y por supuesto, otro motivo para elegir esta práctica sexual es el de complacer al hombre, añade Lombardía. «Muchas mujeres optan por la penetración porque saben que es una práctica que a ellos les gusta, es una manera de complacer a sus parejas. No es no porque prefieran la masturbación, sino que la escogen por otros motivos que no tiene tanto que ver con el placer que recibo de ella directamente».
En este último sentido, hay esperanza, y es que «hay un movimiento en el que cada vez se habla más del placer de la mujer, se habla más del clítoris», apunta la sexóloga. Aunque insiste en que es una situación complicada porque sigue existiendo la tendencia de que el sexo gire en torno al pene, a que la mujer sea objeto de placer del hombre, y no es un cambio que se vaya a producir de la noche a la mañana.
