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La fundación de José María Aznar alerta de la posibilidad de un Estado totalitario marxista

FAES, la fundación de pensamiento que preside el ex presidente del Gobierno, José María Aznar, ha alertado en una nota de los peligros de una gestión política del coronavirus basada en “el viejo rostro del estatismo y del control social” que, desde “una perspectiva marxista”, afronte cambios totalitarios en las sociedades libres.

“Propugnarán un Estado benefactor, que todo lo puede, todo lo ordena y de todo dispone. El Estado sustituirá a la sociedad civil y acaparará no sólo el poder político sino los recursos económicos y los medios de comunicación y que, celoso de nuestra libertad, no nos dejará dar un paso sin que él lo permita, siempre para nuestra mejor protección”, argumenta Fernando Díez Moreno, patrono de la Fundación FAES, en la nota.

“Esta reflexión tiene la finalidad de advertir de la existencia de corrientes políticas que pretenden configurar esa sociedad futura desde una perspectiva marxista, como si el marxismo no hubiese sido derrotado con la caída del muro de Berlín y la Unión Soviética no se hubiera desintegrado”, afirma Díez Moreno.

En opinión del analista, nos encontramos no en un “estado de alarma”, sino en un “estado de guerra”. Una guerra “biológica”.

“Las apelaciones a la unidad y colaboración de todas las fuerzas políticas, aparte de su consustancial carga retórica, carecen de legitimidad social y política cuando quienes ahora las reclaman no las practicaron en aquellas otras circunstancias anteriores que afectaron a Gobiernos de otro signo”, dice en la nota.

El peligro, en opinión del analista de FAES, es la regresión hacia un nuevo estatismo: “No son pocos los que, aprovechando el temor y la angustia de los ciudadanos, van a querer vendernos, cual bálsamo de Fierabrás, recetas y soluciones que se presentarán como nuevos descubrimientos o soluciones sociales casi mágicas, al igual que el bálsamo, que nos conducirán a un mundo arcádico, en el que por supuesto habrá unos que manden por el bien de los demás y otros, los demás, que obedezcan por su propio bien”.

Al margen de que la crítica no quiere referirse a las medidas concretas del Gobierno, sí hace una alusión a un mensaje del vicepresidente Pablo Iglesias en las redes sociales, donde citaba el artículo 128.1 de la Constitución: “toda la riqueza del país…está subordinada al interés general”,

Díez Moreno resalta la interesada omisión de los artículos 33.1: “se reconoce el derecho a la propiedad privada y a la herencia”; el 33.3: “nadie podrá ser privado de sus bienes y derechos sino por causa justificada de utilidad pública o interés social, mediante la correspondiente indemnización”; y el 38: “se reconoce la libertad de empresa en el marco de la economía de mercado”.