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La hora de la verdad

Si Estudiantes y Gimnasia necesitaban una cuota de adrenalina para comenzar a transitar a full el torneo de la Liga Profesional, nada mejor que encontrarse en la primera fecha. Es cierto que los dos quedarán expuestos, porque una derrota tendrá un precio muy alto, aunque para los Pinchas y Triperos que están pendientes de sus equipos, un clásico platense no tiene precio.

Será uno de los partidos más destacados del programa de apertura, y para tener en cuenta, comenzará a jugarse desde las 17:00 en el estadio Jorge Luis Hirschi, de 57 y 1, con Patricio Loustau como juez central y la televisación de TNT Sports. Facundo Rodríguez y Sebastián Raineri serán los asistentes, Hernán Mastrángelo oficiará de cuarto árbitro y atención: a cargo del VAR estará Darío Herrera.

Este último dato adquiere singular trascendencia porque considerando lo ocurrido en el certamen anterior, cuando se instaló, el VAR ha pasado a jugar un rol central, con aciertos y errores.

Tanto el equipo albirrojo que está al mando de Ricardo Zielinski como el albiazul que tiene en sus manos Néstor Gorosito llegarán a este cruce en buena forma, con la misma base de la primera parte del año, porque a pesar de los rumores no hubo altas y bajas en un número suficiente como para alterar la planificación de ambos entrenadores.

Estudiantes, que será local, llegó hasta cuartos de final en la pasada Copa de la Liga Profesional, y no fue más allá porque en la “lotería de los penales” quedó eliminado frente a Argentinos Júniors. Un punto final que de ninguna forma le quitó mérito a una campaña en paralelo con la Copa Libertadores de América.

Los albirrojos, en el torneo continental, debieron cruzarse con dos rivales de origen chileno antes de acceder a la instancia de grupos, donde se adjudicó el primer lugar marcando una amplia diferencia sobre Vélez, Nacional de Uruguay y Bragantino de Brasil, lo cual desembocó en su clasificación a los octavos de final.

Fortaleza, también de Brasil, es el rival que espera al Pincha, en una serie que se definirá en nuestra Ciudad, pero en el mientras tanto, Estudiantes deberá atender el frente local, en el cual el fixture le propuso un punto de partida por demás exigente y muy interesante, con el cual buscará defender un largo invicto.

Gimnasia, en tanto, visitará UNO después de un campeonato que lo dejó bien posicionado, porque tras un comienzo en el que dejó en pie muchas dudas, acompañadas por resultados poco favorables, experimentó luego una recuperación que lo dejó en el umbral de la clasificación a cuartos de final del certamen doméstico.

El conjunto Tripero hilvanó una serie de triunfos que al margen de permitirle dar saltos en la tabla de posiciones y sumar en la lucha para la clasificación a las copas, le permitió dejar armada una estructura de juego a partir de una formación fija, lo cual no es poco.

La intención, durante el breve receso, fue incorporar marcadores para reforzar la defensa, el punto más débil, pero el tiempo no le alcanzó a la dirigencia para lograr ese cometido, razón por la cual el equipo que comenzará este nuevo clásico platense no tendrá grandes modificaciones con el que completó la Copa de la Liga.

La ofensiva terminó siendo la principal virtud del Lobo, con un juego elaborado por el uruguayo Brahian Alemán, al que se acoplan jugadores rápidos como el paraguayo Ramón Sosa, el colombiano Johan Carbonero, y más adelantados Cristian Tarragona, el goleador, y Eric Ramírez, quien justamente a partir del clásico anterior, aquel electrizante 1 a 1 en el Juan Carmelo Zerillo, de 60 y 118, ganó un protagonismo principal en la estructura montada por el ex volante que brillara en San Lorenzo y River, entre otros.

Como Estudiantes reaparecerá con un elenco que también repite las piezas del certamen anterior, con Fernando Zuqui y Jorge Rodríguez manejando la franja central, Leonardo Godoy y Emanuel Mas explotando los laterales, Agustín Rogel-Fabián Noguera como centrales que hacen valer su estatura en las dos áreas, y la dupla Gustavo Del Prete-Mauro Boselli asegurando variantes en los metros finales del terreno, existen argumentos como para imaginar un juego que responda a las expectativas creadas.

Repetir un clásico como el anteúltimo, aquel lleno de goles, parece imposible, pero… Pinchas y Triperos, a partir de las intenciones de sus técnicos, han tenido siempre una actitud de protagonismo, incluso cuando han tenido mucho que perder, como en este nuevo encuentro clásico, en el cual una derrota significaría una verdadera “piedra en el zapato”, porque recuperarse de una caída frente al rival de siempre no siempre es sencillo, menos siendo en la primera fecha de una competencia en la que se espera mucho de ambos.

Una vez más, Estudiantes y Gimnasia, Gimnasia y Estudiantes cruzan sus caminos en el encuentro que paraliza a la Ciudad de La Plata y alrededores.

Cada uno con sus armas, sus virtudes y también sus defectos intentarán quedarse con los tres puntos una vez que Patricio Loustau dé el pitazo inicial en el Jorge Luis Hirschi, pasadas las 17.

La expectativa llegó a su tope, con los hinchas del León, los únicos que podrán estar presentes, agotando las entradas de cada ventana de canje en cuestión de horas.

Lo cierto es que está todo dado para que sea un gran clásico platense entre dos equipos que conocen bien su libreto por el tiempo que llevan ensamblados. Será cuestión de esperar, observar y también sufrir para algunos, hasta las 19, momento en que la Ciudad se teñirá de dos colores. Puede ser rojo y blanco o puede ser azul y blanco. Cuestión se conocerá cuando la pelota empieza a rodar sobre el verde césped de UNO.

Zielinski no confirmó el once, pero apostaría por un 4-4-2, con Del Prete y Boselli arriba

Gorosito tampoco lo dio, pero iría con 4-4-2, con Insaurralde y Melluso en los laterales