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La ley de la segunda oportunidad sigue batiendo récords

La ley de la segunda oportunidad ha conseguido batir récords al cierre de 2020.

En uno de los años más complicados para la economía española, sobre todo entre los emprendedores, los juzgados han aplicado de forma favorable casi 3000 casos que buscaban acogerse a este tipo de beneficio financiero que permite, de nuevo, volver a empezar.
¿Por qué no hay más solicitudes de este tipo de procedimientos? Sin duda, porque apenas hay información sobre ellos y la práctica totalidad de las empresas y personas físicas no saben si cumplirían los requisitos mínimos para poder comenzar con todo el proceso.

“Hay varios indicios que hay que cumplir. El hecho de que alguien no sea capaz de afrontar las deudas en las que ha incurrido no basta. Se trata de intentar afrontar con el patrimonio todos los gastos, pero también intentar, en caso de no cubrirlo, llegar a acuerdos extrajudiciales. Solo en estos casos, cuando ya no existe más opción, es cuando un abogado experto en la materia puede sacar adelante el BEPI” explican desde las asesorías jurídicas.

Aprobada en 2015, la ley busca liberar de las deudas en aquellos casos que, según se busca, de buena fe, el usuario no es capaz de dar cuenta de las deudas pendientes y siempre que la ruina no se deba a un delito de naturaleza económica. A partir de ahí, se debe haber tramitado un expediente notarial e incluso un concurso de liquidación judicial que acredite que el deudor ha intentado, con su patrimonio, hacer frente a lo que debe sin éxito y declarándose en bancarrota.

Aunque los juzgados revisan con cautela cada caso, lo cierto es que, en la situación económica de los últimos años y, sobre todo, de 2020, se espera que este 2021 acabe volviendo a batir récords en las peticiones que se hacen.

“Por norma general suelen ser los bancos quienes peor parados salen de este tipo de sentencias ya que es a ellos a quienes se les obliga a condonarlas. Eso sí, por norma general, se busca que sea la parte de los intereses la que se queda sin pago, no el capital solicitado” explican algunos expertos.

En realidad, ser capaz de dar una segunda oportunidad a un tejido de emprendedores con ganas de volver a intentarlo puede ser una inversión en el medio plazo para la recuperación no solo económica sino de empleos, que cada día, debido a la situación actual, siguen sumando cifras a la cola del paro.