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La pandemia se expande sin control en Nicaragua ante la indolencia del régimen de Daniel Ortega

Las redes sociales se han convertido en un medio para conocer lo que está sucediendo en Nicaragua en torno al rebrote de la pandemia del COVID-19, ante la negativa del régimen de Daniel Ortega de ofrecer información oportuna y tomar medidas de salud para evitar la propagación del virus. 

Por el contrario, sigue promoviendo eventos masivos políticos, culturales, religiosos y deportivos, que los especialistas consideran inapropiados porque se convierten en focos de contagios y propagación del virus.

Se ha vuelto usual ver a familiares informando en las redes sobre la muerte de sus seres queridos por causa del COVID-19, o personas anunciando que están enfermos. 

El régimen de Ortega no ha establecido restricciones de espacio y movilidad, ni cuarentenas para frenar la propagación del virus y se rehúsa a reconocer que existe una crisis sanitaria en el país. En las últimas semanas los entierros exprés se han vuelto cotidianos.

Ortega y su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo han llamado a conmemorar con actividades culturales del Bicentenario de la Independencia de Centroamérica en medio del repunte de la pandemia.

La organización Observatorio Ciudadano COVID-19 Nicaragua, un equipo multidisciplinario independiente que realiza vigilancia epidemiológica en el país para orientar a los nicaragüenses, dijo que el nuevo pico pandémico mantiene colapsado el sistema de salud e instó a la ciudadanía a guardar “cuarentena voluntaria” durante el mes de septiembre, esto ante la inacción del régimen.

En la última semana el Observatorio informó que se reportaron 329 nuevos fallecimientos por sospechas de COVID-19, lo que representa un 72% de incremento en relación a lo reportado la semana anterior. Pero la cifra de decesos y contagios podría ser mayor debido al subregistro que existe por la negativa del régimen de ofrecer datos oficiales.

Recorrido Antorcha de la Independencia, una de las actividades conmemorativas del Bicentenario de la firma del Acta de Independencia. 19 digital, portal de la dictadura sandinista

De acuerdo al último informe del Observatorio, un total de 1.284 trabajadores de salud “han sido reportados con sintomatología asociada o presuntiva de COVID-19 en todos los departamentos y regiones autónomas del país (en 85 municipios). Al 8 de septiembre se reportan, en total, 185 muertes acumuladas entre personal de salud por sospechas de COVID-19”.

El gobierno de Estados Unidos a través de su Departamento de Estado recomendó a sus ciudadanos a no viajar a Nicaragua debido a que la pandemia representa un “riesgo desconocido”.

“No viaje a Nicaragua por COVID-19. Reconsidere viajar a Nicaragua debido a la disponibilidad limitada de atención médica y la aplicación arbitraria de las leyes. Actúe con mayor cautela en Nicaragua debido a la delincuencia”, señaló la embajada de Estados Unidos en Managua.

Días antes la sede diplomática emitió una alerta sobre el incremento de casos de coronavirus en la nación centroamericana, los hospitales trabajando al límite, y recomendó a sus ciudadanos a mantenerse vigilantes y cumplir con las medidas sanitarias para evitar los riesgos de infección. 

La alerta desató la ira de Murillo, que calificó la alerta de la sede diplomática como “terrorismo” y agregó que la estrategia de su régimen es realizar actividades para enfrentar la pandemia.

“Ferias todo el fin de semana, del mar, del maíz, de la producción porcina, de los productos lácteos, de la gastronomía popular, de los mercaditos campesinos, de salud, por todo el país, así nos cuidamos, señores, no con alertas enemigas”, dijo Murillo.

Y mientras el repunte de la pandemia afecta a los nicaragüenses las empresas suplidoras de oxígeno médico han anunciado que no continuarán vendiendo el oxigeno a la población y solo suplirán a los hospitales, lo que representa un duro golpe para los ciudadanos afectados por coronavirus que enfrentan la enfermedad en sus casas y requieren del oxígeno. 

Los medios locales reportaban largas filas de personas buscando llenar los tanques de oxígeno para sus familiares afectados por COVID-19, vital para la recuperación. 

“Permaneceremos cerrados. Reanudaremos la atención al público general hasta nuevo aviso. Reiteramos nuestro compromiso con el sector salud, por medio de ellos continuaremos atendiendo a la población. Pedimos comprensión a los clientes y público general”, anunció una de las principales proveedoras Productor del Aire.

El diario La Prensa reportó que las empresas pequeñas suplidoras tampoco venderían oxígeno a particulares.

Vacunación

Por primera vez Ortega ofreció datos estadísticos sobre la vacunación, dijo que a la fecha han sido vacunados 523.557 nicaragüenses, se trata de los mayores de 45 años, lo que representa solo el 18.6% de la población.

Y mientras el régimen minimiza los contagios y la mortandad producto del COVID-19, la Conferencia Episcopal pidió a los ciudadanos celebrar las fiestas del Bicentenario de un modo inédito ante la pandemia. 

Al menos 15 sacerdotes han fallecido por el coronavirus. El Cardenal José Leopoldo Brenes fue dado de alta el fin de semana tras recuperarse de coronavirus.

“Como sabemos, nos corresponde celebrar estas fiestas de modo inédito, la pandemia del coronavirus ha trastocado todas las dimensiones de la vida, trayéndonos dolor, angustias y sufrimientos a millones de seres humanos en el mundo y Nicaragua, oremos por nuestros compatriotas y hermanos sacerdotes que han partido por esta enfermedad”, dice el mensaje de la Conferencia Episcopal. 

“La enfermedad ha agudizado una muy profunda crisis económica, que se une a la crisis institucional que se desencadenó en abril de 2018, sumiendo al país en violencia, incertidumbre y angustias. Son muchos los conflictos sociales no debidamente satisfechos, las de los jubilados que no les alcanza para una vejez digna, la de los niños abandonados sin cariño y protección, la de los pueblos originarios marginados y excluidos de la sociedad, la de los migrantes, la de los privados de libertad por motivos políticos, entre otros problemas que nos aquejan”.

“Hoy necesitamos, más que nunca, autoridades lúcidas, sabias y respetadas que sepan conducirnos por caminos de amistad cívica, de diálogo tolerante y respetuoso. De búsqueda del bien común por sobre los intereses personales o partidistas y así encontrar sendas de justicia y paz social”, expresa el mensaje.