La monarca, junto al ministro Félix Bolaños, acudió a la capilla ardiente.
Doña Sofía llegó este miércoles a Roma y pasó por la capilla ardiente en la basílica de San Pedro del Vaticano sobre las 18.00 horas locales (17.00 GMT), una hora antes de la clausura, vestida de luto riguroso, para despedir a Benedicto XVI, con quien mantuvo varios encuentros en el pasado.
La Reina, que acudió a la capilla junto a Félix Bolaños y la embajadora de España ante la Santa Sede, Isabel Celaa, permaneció unos minutos en silencio junto al ministro delante de los restos expuestos de Benedicto XVI para darle su último adiós antes de que este jueves sea enterrado en la antigua tumba de Juan Pablo II tras el funeral que será presidido por el papa Francisco.
Doña Sofía, que estuvo en total unos 15 minutos en la Basílica, se detuvo a saludar al secretario personal de Benedicto XVI, monseñor Georg Ganswein, con el que habló también cuando se iba. Además, el cardenal Mauro Gambetti se acercó a saludarla.
Los restos del Pontífice, que gobernó la Iglesia desde 2005 hasta su histórica renuncia en 2013, están junto al Altar de la Confesión y el baldaquino de Bernini, en el crucero de la basílica, por donde en los últimos tres días han desfilado casi 200.000 fieles.
El funeral de Benedicto XVI, fallecido el pasado 31 de diciembre a los 95 años de edad, tendrá lugar mañana, jueves a las 09.30 horas locales (08.30 GMT) en la plaza de San Pedro del Vaticano, y estará presidido por el papa Francisco pero será oficiado en el altar por el cardenal Giovanni Battista Re.
En la ceremonia participarán dos delegaciones oficiales, de Italia y Alemania, país natal del difunto, si bien acudirán también autoridades de otros países pero a título personal al no tratarse de un funeral de Estado.
Entre estás estarán el rey Felipe de Bélgica y su consorte Matilde, o el ministro de Exteriores de Colombia, Álvaro Leyva Durán, entre otros.
