El tiranio Nicolás Maduro contrató al mismo economista que el corrupto Rafael Correa izquierdizó en su tiempo como ministro de Economía de Ecuador: Patricio Rivera.
Venezuela tiene las mayores reservas de petróleo en el mundo. Pero de nada le han servido para superar la pobreza en la cual está sumergida la mayoría de la población.
Entre 2005 y 2019, el índice de pobreza monetaria pasó de 34,4% a 96,2%. Frente a la crisis económica que enfrenta Venezuela, Maduro buscó la ayuda de quien asesoró a su aliado ideológico.
‘Correa le hizo de izquierda‘
La relación entre Rivera y Correa inició cuando el promotor del socialismo del siglo XXI estaba a cargo de la cartera de Estado en el ministerio de Economía.
Según Mateo Villalba, el mejor amigo de Rivera, “no era tan de derecha y Correa le hizo de izquierda”.
Villalba asegura que varios compañeros lo recuerdan defendiendo las políticas impulsadas por Correa desde el Ministerio. Afirma que el efecto de Correa sobre Rivera fue casi inmediato.
Mientras trabajaban juntos, Correa renunció al cargo de ministro de Economía en 2005 por discrepancias con el entonces presidente Alfredo Palacio.
En su renuncia dijo: “Temo que el verdadero problema son las fuertes presiones que existen para impedir cualquier relación con un país hermano como Venezuela, y, como corolario de aquello, la desconfianza en mi labor como Ministro de Economía…”.
El vínculo de Correa con el régimen era tal que pretendía colocar un máximo de 300 millones de dólares en bonos a Venezuela.
Además, increpó al Ministerio de Energía y Minas por “la falta de ejecutividad para adelantar los proyectos de refinación de petróleo y comercialización directa de gas con Venezuela”.
Es decir, antes de ser candidato a la presidencia de Ecuador, como ministro de Economía, Correa ya había manifestado su respaldo al régimen en Venezuela.
Ya en la presidencia, Correa le dio un cargo al economista al que forjó ideológicamente.
Arauz firmó el endeudamiento de la patria, Rivera lo facilitó
Rivera formó parte de la Comisión de Deuda. Desde allí aprovechó el dinero entregado por bancos internacionales para el “contrato de obras complementarias” y quien dio el aval fue el ahora aspirante a la presidencia, Andrés Arauz. En ese momento (2012) era subsecretario del Senplades (Secretaría Técnica Planifica Ecuador).
En el acta resolutiva aparece el nombre de Andrés Arauz, que autorizó un convenio de crédito por 514,6 millones de dólares a Pedro Delgado (primo y representante del entonces presidente Correa), el ministro de finanzas Patricio Rivera y Patricio Barrionuevo, subsecretario de Financiamiento Público, subrogante con el Fondo Latinoamericano de Reservas para “asegurar el acceso a recursos financieros y solventar el efecto de la paralización programada de la Refinería Estatal Esmeraldas (REE), aproximadamente de once meses, distribuidos en los años 2012 y 2013”.
Asimismo, en julio de 2013, Arauz firmó el acta resolutiva que aprobó un crédito de 50 millones de dólares para un lujoso avión ejecutivo (Falcon 7x) para uso personal del entonces presidente Correa.
La firma de Rivera también consta allí en calidad de delegado del presidente. Una vez que Correa estuvo fuera del poder, la Contraloría General del Estado descubrió que el avión presidencial (también otro, modelo Legacy 600) voló a paraísos fiscales sin registrar detalles de los pasajeros.
Irónicamente la campaña sucia por parte del correísmo en contra del candidato opositor, Guillermo Lasso, ha buscado incriminarlo por presuntos desvíos de fondos a paraísos fiscales.
Sin embargo, en más de diez años en el poder, Correa jamás pudo incriminar al tres veces candidato presidencial. Y este todavía anda libremente en el país. Mientras que Correa está exiliado del país y no se puede presentar como candidato, puesto que tiene juicios en su contra por soborno, secuestro e incluso intento de asesinato contra un diputado opositor, a lo cual se agrega el delito de cohecho por el uso de fondos públicos para llevar a cabo el delito.
Rivera presentó como tesis la superación del ‘dogma de que los déficits fiscales son malos per-se‘
Mientras los burócratas se enriquecían con el desvío de fondos públicos, los economistas a cargo de las arcas del Estado empobrecieron a todos los ecuatorianos de esta y la siguiente generación mediante deudas.
Para justificarlo apelaron a la dialéctica y su ideología. Por ejemplo, Rivera, en su tesis de maestría “presenta un marco de análisis para investigar el cambio en la concepción de sostenibilidad de la política fiscal y de la deuda pública en la economía ecuatoriana, que supera el dogma de que los déficits fiscales son malos per-se”.
Ahora aplicará la misma metodología en Venezuela, donde se benefician los burócratas a expensas del empobrecimiento del pueblo.
