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La revuelta izquierdista en Chile se mete en las aulas y aumenta las diferencias entre colegios públicos y privados

A pesar de que el año escolar (marzo-diciembre) del 2020 en Chile se desarrolló en medio de la incertidumbre por las revueltas desde el 18-O de 2019 y la pandemia, el pasado jueves 11 de febrero se publicaron los resultados de la Prueba de Transición Universitaria (PTU), dando inicio al proceso de admisión a la educación superior del año 2021.

Fueron 228 mil estudiantes que rindieron la prueba para ingresar a la educación superior. De los resultados de la prueba se puede extraer el impacto que ha tenido la crisis política y social asuzada desde la izquierda en el país.

Los establecimientos públicos conocidos como liceos “emblemáticos” bajaron drásticamente sus puntajes promedios. Estos colegios son históricamente conocidos en el país por ser altamente competitivos, y por lo tanto, eran de excelencia. Pero por la alta politización dentro de sus aulas, y como consecuencia de ello el aumento de la violencia, ha provocado que los padres retiren a sus hijos para ingresarlos en otros establecimientos, generando una disminución en el rendimiento escolar de los liceos emblemáticos.

Por ejemplo, el Instituto Nacional, fundado en 1813, era considerado como un liceo de excelencia pues formó en sus aulas a 18 presidentes de Chile. Sin embargo, la violencia política dentro de sus instalaciones ha detenido el prestigio y su excelencia académica. Se ha visto un aumento de profesores y alumnos articulados por el Partido Comunista chileno, por el Frente Amplio, o incluso por colectivos anarquistas, los que han capturado al Instituto Nacional.

Desde el año 2010 a septiembre de 2019, perdieron 14 meses de clases por las protestas, las paralizaciones, e incluso las ocupaciones ilegales del colegio por estudiantes ligados a movimientos de ultra izquierda. Además, sus alumnos participaron activamente de las revueltas del 18 de octubre de 2019, quienes lideraron las evasiones al metro de la Ciudad de Santiago.

Este escenario generó que el Instituto Nacional saliera del top 100 de los colegios que obtenían mejor puntaje en la PTU, alcanzando el puesto 144. Pasó de tener 54 puntajes nacionales en el año 2010, a 5 puntajes nacionales en 2020. Incluso, este año hay una gran cantidad de cupos disponibles para el curso de 7º básico, los que históricamente se agotaban y había lista de espera.

Este escenario también se ha replicado en liceos emblemáticos como el liceo José Victorino Lastarria (que tuvo una baja de 34,21 puntos), y el Liceo Javiera Carrera (con 20 puntos menos que el año 2020).

La PTU se estrenó en diciembre pasado, dejando atrás la Prueba de Selección Universitaria (PSU). Se rindió en un periodo complejo, tanto política como sanitariamente, pues las clases durante el año 2020 fueron de manera virtual. Desde el Ministerio de Educación se está impulsando la vacunación para profesores y docentes, para que se pueda iniciar el año escolar de manera presencial desde la primera semana de marzo.

Pese a lo anterior, también hay historias de éxito en medio de la crisis: 230 personas lograron puntajes nacionales a lo largo de Chile.

La PTU mide el puntaje de los estudiantes en una escala entre 150 y 850 puntos, siendo el promedio 500. Desde los 600 puntos se considera un buen resultado, por lo que los estudiantes pueden postular a distintas becas estatales como también las que ofrece cada universidad. Por ejemplo, la beca Vocación Profesor da gratuidad a aquellos que obtengan más de 600 puntos y deseen estudiar Pedagogía, Educación Parvularia o Educación Diferencial.

Juan Eduardo Vargas, subsecretario de Educación, destacó que en la prueba de este año se observó una disminución en la brecha entre colegios particulares pagados, particulares subvencionados y los públicos, como también entre los que imparten la modalidad científico-humanista con los técnico-profesionales.

De los colegios públicos, destacan los Liceos Bicentenarios que fueron impulsados durante el primer gobierno del presidente Sebastián Piñera (2010-2014). El fin de este programa gubernamental apunta a que estos establecimientos alcancen, recuperen o mantengan estándares de calidad, pues en Chile se asocia una buena educación a los colegios subvencionados y privados. Y para la PTU 2021 el 14,2% de los estudiantes de los Liceos Bicentenarios alcanzaron un puntaje promedio superior a los 600 puntos.

Entre 2010-2014 se impulsaron 51 liceos con modalidad científico-humanista y 9 con formación técnico profesional. Durante el año 2020, se alcanzó la meta de 320 Liceos Bicentenarios en total, de los cuales 185 imparten la modalidad técnico profesional, 127 son científico-humanista y 8 son establecimientos artísticos.

A pesar de lo anterior, de los 100 colegios de mejor rendimiento, 96 de ellos son privados.