Inicio Destacadas La tesis de Sánchez: o fraude, o «solo» bodrio

La tesis de Sánchez: o fraude, o «solo» bodrio

Pedro Sánchez y la portada de su tesis

Pedro Sánchez y la portada de su tesis

Antonio Pérez Henares.- CONSENSO GENERAL: A día de hoy, mañana puede ser otra sima, el dictamen preliminar sobre la tesis de Sánchez arroja, al menos, un consenso, del que ni siquiera se abstraen sus defensores.

Es más, se agarran a él como mal menor. Es un bodrio. En las diferentes categorías de bodrio, desde impresentable a escondible, mejor que no se vea mucho. Que es lo que ha hecho a lo largo de estos años, y hasta que no le ha quedado más remedio que enseñarla al firmante y autor presunto.

HECHOS PROBADOS: El presidente mintió en sede parlamentaria al afirmar que era pública y estaba colgada en la red pertinente. Tras la afirmación tardó 53 horas, añadidas a los seis años de opacidad, en «liberarla». Según su «socio» Iglesias porque él fue quien le dijo que debía hacerlo.

ELEMENTOS EN DISCUSIÓN.

1) Contenidos: plagio o «solo» refrito y corta pega

En aceptar implícitamente lo segundo, remarcado por todos los que tienen algún conocimiento en la materia, que señalan, unánimemente, su nulo valor investigador, su carencia de cualquier idea original, los errores garrafales en un economista como el asunto del billón y el continuo corta-pega de su desarrollo, se escuda la «defensa» que se conforma, y no es poco con que se descarte el plagio flagrante, al haber dado la «máquina de la verdad» el ahora famoso Turmitin, solo un 13%-14% de coincidencias plagiarias.

Pero como la propia empresa ha señalado, esto no puede considerar prueba exculpatoria definitoria. Si en su base de memoria no están, y en este caso pueden fácilmente no estarlo por no ser documento públicos y publicados –informes, conferencias y otros documentos de uso ministerial interno– no pueden ser detectadas las coincidencias. Un ejemplo esclarecedor acaba de demostrarlo. Una conferencia de Miguel Sebastián, siempre el exministro de por medio, volcada sin entrecomillar ni declarar autoría, como parte de la tesis. No está oficialmente publicada y por tanto a Turmitin se le coló, pero existe video y es un fusilamiento en toda regla.<<<

2) Autoría: «negro» o solo «colaborador»<<

Para llegar a alguna conclusión habrá que responder al menos a esta pregunta previa: ¿Si Carlos Ocaña, a la sazón entonces jefe de Gabinete del ministro Sebastián, no tuvo nada que ver ni aportó nada a la tesis de Pedro Sánchez, por qué firman a medias un libro conjunto que es, sin casi, y con pocos añadidos, un calco de la tesis y del que comparten derechos de autor y propiedad intelectual al 50%?<

3) Tribunal: ilegal o «solo» malas prácticas y escasa ética

Un articulo de la normativa de la universidad CJC señala con rotundidad que quienes hayan hecho publicaciones conjuntas con el postulante no podrán ser miembros del tribunal que lo juzgue. Pero se señala que esto es exclusivo para ciertas tesis. Se interpreta que por tanto para las de investigación no cuenta. En suma, que ser juez y parte, y hay dos casos claros, la presidenta y un vocal, está permitido. Se aceptan el bajo nivel doctoral de los examinadores, sin experiencia ni categoría universitaria y formativa entonces, los vínculos de amistad, el mismo Sánchez en TV y la publicación conjunta, y ocultada en la tesis, de varios artículos con el «examinando» en ella recogidos. O sea, la baja calificación del tribunal, el amiguismo, la falta de rigor y el trato de favor.

4) Actitud. Amenazas a la prensa y huida del Parlamento

Las primeras, tras ser anunciadas muy tontamente, por twitter y burofax, se van licuando. La impresión es que lo que menos le interesa a Sánchez es cualquier judicialización del tema donde los querellados podrían presentar ante los tribunales de justicia sus pruebas.

Más grave, mucho más y ahora el flanco político más sangrante, es tener que parapetarse tras Podemos y los separatistas para no comparecer y dar explicaciones ante el Parlamento. Huele a miedo y como tal puede percibirlo la opinión pública. Sustituirlo por una entrevista en «El Objetivo» de la Sexta, nada que reprochar a la periodista Ana Pastor, que hizo su trabajo y las preguntas pertinentes, no es de recibo.