Las múltiples patas de la trama del Tito Berni no dejan de crecer. Mientras el Gobierno asegura que se trata de un caso de corrupción local en Canarias, el sumario sigue desvelando contratos presuntamente fraudulentos con la Fundación Internacional Iberoamericana del Gobierno, cuentas en Bélgica, propuesta de contratos en África y América Latina, tramas de contratos públicos hasta en cuatro comunidades autónomas, cadenas de facturas falsas para eludir a Hacienda diseñada por el diputado socialista Tito Berni —Juan Bernardo Fuentes Curbelo— y, todo una plan de captación masiva de concesiones solares por medio de UTE con grandes empresas.
Ya se conocía la expansión de la trama hacia el negocio de las renovables y sus subvenciones. Y ahora se confirma que ese ramificación del caso Tito Berni o caso Mediador no era menor. La trama contactó, como primer paso, con el director del Gobierno socialista de Canarias de Lucha contra el Cambio Climático. Se trata del mismo interés que mostró la trama en la rama de ganadería y en la de salud. Y buscó contactos como lo hizo con diputados de toda España. Y como lo hizo con la Fundación Iberoamericana del Gobierno de Pedro Sánchez.
Licencias solares y eólicas a gran escala
Pero la Policía Judicial ha detectado un paso decidido en el negocio de las energías renovables. Nada menos que el diseño de un mecanismo con el que hacerse con licencias solares y eólicas a gran escala y con grandes empresas. Uno de los empresarios a los que se le han intervenido judicialmente las conversaciones detalló al Mediador —Antonio Navarro Tacoronte— el siguiente plan: «Tenemos a estos grandes, una empresa grande que es la que te cubre, y luego haces una UTE en la cual vas en un porcentaje pequeño con una empresa local. ¿No? Que es la que trae la obra. Una empresa local o nosotros también podemos hacer una UTE a tres. Sin ningún problema». ¿Y cuál era el propósito de este plan? «La misión de la empresa pequeñita es traer la obra o traer el proyecto mejor dicho. a través de esa empresa pequeña los políticos locales pues reciben su bocata de calamares o lo que tengan que recibir ¿no?».
Traducido: toda una red instrumental y fraudulenta que se lleva los contratos renovables por medio de una empresa tapadera que se queda con una comisión y paga a los «políticos locales». Y el negocio se lo acaba quedando una grande que no corre con el riesgo de pagar comisiones ilegales.
En esa misma conversación, Navarro Tacoronte contesta con un breve «perfecto, así es. Sí», demostrando la naturalidad en la implantación de esa dinámica.
El empresario prosigue con su explicación: «Y la empresa grande es la que da la cara y da todo el servicio, es como cuando hacen el súper puerto de Bilbao y está [una grande] y una empresa pequeñita que es Construcciones… Carranza que es de allí de Bilbao, que no tiene… que en su vida nadie la había conocido. Pues ya está».
Contactos políticos del más alto nivel
El plan incluye los contactos políticos del más alto nivel: «Pues entonces si aquí está metido un consejero, muy bien, y de gerente de la UTE pues me pongo yo o se pone cualquiera para poder controlar todo el tema y ya está», puntualizan en la conversación.
Lo cierto es que la trama del Tito Berni y el Mediador contactó con distintas y variadas consejerías del Gobierno socialista de las Islas Canarias. Y dentro de ese abanico entró el área de Transición Ecológica. La investigación judicial cuenta ya con evidencias de al menos una reunión con el director general de Lucha contra el Cambio Climático y Medio Ambiente, José Domingo Fernández Herrera.
Uno de los lemas de la trama era «donde exista una rosa, que exista un placa«, en referencia a los paneles solares. Y para ello, el grupo del Tito Berni (Juan Bernardo Fuentes) y el Mediador (Marco Antonio Navarro Tacoronte) se empeñaron en trabajar el contacto con los responsables políticos que tenían la capacidad de impulsar —y, por lo tanto, subvencionar— ese tipo de proyectos.
