Inicio Actualidad Lorenzo Abadía: “El cáncer de nuestro sistema es la partitocracia”

Lorenzo Abadía: “El cáncer de nuestro sistema es la partitocracia”

Este miércoles tuvo lugar, en la Sala de Juntas de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociología de la Universidad Complutense, una mesa redonda en torno al tema “La Reforma Electoral no tiene ideología” en la que participaron las periodistas Gabriela Bustelo y Laura Fábregas así como el sociólogo y consultor político Alberto Sotillos, el concejal madrileño y representante de la Agrupación de Electores “Recupera Madrid”, Luis Cueto, la vicepresidenta de Más Democracia Emilia Sánchez-Pantoja, el analista y portavoz de OLE Lorenzo Abadía y la profesora de Ciencias Políticas Gema Sánchez Melero como moderadora del debate.

El acto se enmarca en la campaña por Otra Ley Electoral, surgida en diciembre de 2020 de la convicción de que ha llegado la hora de cambiar el sistema electoral actual porque, roto el esquema bipartidista, ya no sirve para mantener el consenso, la convivencia y el marco normativo en el que todos nos sentíamos seguros. Pero más allá de las adhesiones, el objetivo de este acto ha sido entrar en el terreno de las opiniones que, sean de discrepancia o de adhesión a la campaña, resultan esenciales -según los convocantes- para un debate que desean que permanezca vivo en la sociedad y que sea adoptado por las instituciones.

La mesa redonda forma parte de un amplio ciclo en el que se seguirá contando con la opinión de analistas políticos y profesionales que puedan enriquecer el debate aportando su propia opinión, así como su experiencia.

El objetivo de la mesa redonda ha sido el debate abierto sobre la relevancia que el sistema electoral tiene en la vida pública del país y en la vida de los ciudadanos. El punto de partida ha sido la imparcialidad y la pluralidad que permite y reclama dicho debate. La demanda de una reforma electoral no tiene una ideología intrínseca y, para su reclamación, personas de todo el espectro político pueden converger en la idea de un cambio necesario en el actual sistema electoral español, que cada vez se hace más clamorosa, para subsanar las actuales deficiencias que lastran, cada vez más, la vida política española.

En su presentación de la mesa redonda, Gema Sánchez Melero, la profesora de Ciencias Políticas, hizo una introducción al acto resaltando la importancia de la reforma y actualización de la Ley Electoral española.

A continuación, Laura Fábregas se ocupó depuntualizar que “la reforma de la Ley Electoral no responde a una cuestión de ideologías pues en 2018 la defendieron tanto Podemos como Ciudadanos”. Asimismo, ha recordado que “Cataluña, la comunidad autónoma de la que procede, es la única que no posee una ley electoral propia” y que “la explicación de la ausencia de esa reclamación particularista reside en que favorece al nacionalismo pues el voto en Gerona vale el doble que en Barcelona”.

Por su parte, Emilia Sánchez-Pantoja planteó la necesidad de corregir la sobrerrepresentación de las provincias pequeñas, así como la sobrerrepresentación de los partidos grandes (de lo que ha puesto ejemplos) con soluciones como un sistema mixto combinando diputados de distrito y diputados nacionales, aumentando así la proporcionalidad.

Sánchez-Pantoja propuso, como fórmula para no reformar la Constitución “aumentar el número de escaños en la Cámara Baja hasta alcanzar los cuatrocientos, sin hacer el crecer el gasto público, para lo cual se podría disminuir el número de senadores en la Cámara Alta, a la vez que se reduce el número mínimo de diputados por provincia de dos a uno”. Hizo mención también a la necesidad de democratizar los partidos.

La escritora y periodista Gabriela Bustelo señaló, por su parte que “el sistema electoral español se llama proporcional, pero en realidad es desproporcionado ya que no se ajustan los escaños al número de votos ni se respeta el orden, el escalafón, que los votantes otorgan a los partidos”. Ha aportado el dato del índice de democracia aportado por “The Economist” y en el que España ha pasado de ser calificado como una “Democracia plena” a “Democracia defectuosa”.

Como alternativa a la Ley D’Hondt Bustelo planteó “la posible combinación del sistema mayoritario que tienen las democracias anglosajonas –la norteamericana y la británica- con el sistema de segunda vuelta que tiene Francia”.

En su intervención, Alberto Sotillos recordó su experiencia como “militante en un partido que tenía por consigna y principio que el peor de los nuestros es mejor que el mejor de los otros, un lema que, en la práctica política, se traduce en que la peor de nuestras políticas es mejor que la mejor de las políticas que puedan proponer otros partidos rivales”.

Luis Cueto se centró en “la resistencia a reformar el sistema electoral que rige en una gran parte de la clase política y en especial en los llamados padres de la Constitución”, recordando los límites que se les impone a las Agrupaciones de Electores “para que no puedan competir con los clásicos partidos y tengan que presentarse a los comicios con una gran desventaja frente a aquellos”.

Finalmente, Lorenzo Abadía, portavoz de OLE, cerró las intervenciones recordando que el cáncer de nuestro sistema es la partitocracia, poniendo como ejemplo que, ante la opinión del 60% de los votantes del PSOE, que manifestaban estar en contra de los INDULTOS, ni un solo diputado del partido alzó la voz contra la decisión de Sánchez, refiriéndose a ellos como “Lacayos de la Partidocracia”.

Asimismo, Abadía puso de manifiesto lo que considera un “chantaje obsceno del nacionalismo” a los sucesivos Gobiernos de la Nación y ha planteado “la necesidad de evitar que los partidos de signo nacionalista influyan de una manera decisiva en la política nacional, decidiendo gobiernos, cuando, por sus propias características y de manera explícita, postulan su campo de acción política limitado de manera exclusiva a la comunidad autónoma que pretenden separar y aislar del resto del país”, “Si es así –señaló Abadía-, si sólo les preocupa el destino de la comunidad autónoma en la que han sido elegidos y donde gobiernan, no tiene sentido que decidan sobre el destino de la nación entera y el sistema electoral debería evitarlo y limitar su campo de influencia.”

El portavoz de OLE quiso hacer hincapié en “el proceso de balcanización al que los nacionalistas nos quieren llevar y nos están llevando de hecho; un proceso que debemos evitar a toda costa uniendo fuerzas y poniendo todos los medios a nuestro alcance”.