El Comité Olímpico Internacional (COI) anunció un nuevo “esquema” que incluye directrices que estipulan que los atletas transgénero no deben tener que reducir sus niveles de testosterona para competir en el deporte.
Además, la nueva guía establece que ningún atleta debe ser excluido de la competición por la percepción de una “ventaja injusta y desproporcionada” debido a su género.
Las anteriores directrices del COI, establecidas en 2015, permitían a los atletas trans competir si sus niveles de testosterona estaban por debajo del límite establecido por el comité. Esas restricciones, según las nuevas directrices, se levantan ahora.
“No es necesario utilizar la testosterona (para decidir quién puede competir) en absoluto”, dijo el director médico del COI, Richard Budgett.
Las directrices fueron aún más lejos, afirmando que las pruebas para verificar el sexo de un atleta son “irrespetuosas” y “potencialmente dañinas”.
Las nuevas directrices, al menos en este momento, no son normas vinculantes. En su lugar, el COI describió sus conclusiones como un intento de compartir su “experiencia” al tiempo que deja espacio para que las distintas federaciones lleguen a sus propias conclusiones.
“Lo que ofrecemos a todas las federaciones internacionales es nuestra experiencia y un diálogo, en lugar de llegar a una conclusión precipitada”, dijo Keveh Mehrabi, director de atletas del COI.
Como informa Sky News, “estas nuevas directrices llegan unos meses después de que la levantadora de pesas neozelandesa Laurel Hubbard hiciera historia como la primera atleta transgénero que compite en unos Juegos Olímpicos en los 125 años de historia de los mismos”.
Por supuesto, el COI tiene una enorme influencia sobre la miríada de federaciones que componen la comunidad olímpica y trabajará con ellas para elaborar sus propias normas relativas a los atletas transgénero.
El movimiento transgénero ha conseguido asegurar la participación deportiva en lugares que van desde la escuela secundaria y los colegios hasta los Juegos Olímpicos, incluyendo los Juegos de Verano de Tokio en julio. El sitio web Outsports informó de que compiten 180 atletas LGBT, cuatro de los cuales son “trans o no binarios”.
Este tipo de realidad ha provocado el rechazo de las mujeres e incluso de las feministas, que creen que el movimiento transgénero está destruyendo los avances logrados en el atletismo femenino a partir del estatuto federal del Título IX, que las protege de la discriminación basada en el sexo biológico.
“Se trata de un proceso que tenemos que recorrer con cada federación caso por caso y ver qué se requiere”, dijo Mehrabi.
Según la CNN, “el marco subraya que los atletas deben participar en el proceso de toma de decisiones y dice que estas directrices estarán sujetas a revisiones periódicas para reflejar “cualquier avance ético, de derechos humanos, legal, científico y médico relevante en este ámbito”.
Aunque se supone que las directrices no son legalmente vinculantes, se espera que el marco se aplique después de los Juegos de Invierno de Beijing.
