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Y ahora… ¿dónde va a jugar el Barça?

El daño que ha hecho el nacionalismo catalán abarca todos los ámbitos: social, económico, político y, por supuesto, deportivo. Los equipos de fútbol están a la expectativa de cómo evolucionan los hechos. El Barcelona dejó hace tiempo de ser un equipo de fútbol para convertirse en caja de resonancia política del independentismo.

“La intención del Barça es seguir jugando la Liga, la participación que está garantizada. La viabilidad pasa por continuar con este vínculo”. Así se manifestó el pasado sábado el presidente blaugrana, Josep Maria Bartomeu, durante la asamblea de compromisarios del club. Esta semana, otros equipos, como el Nàstic también se han posicionado en esa línea. ¿Pero los clubs catalanes podrán seguir jugando en las ligas españolas? Todavía es muy pronto para dar una respuesta a esta pregunta. Los equipos de Catalunya se mantienen a la expectativa de la situación. En este sentido el Barcelona optó ayer por no redactar ningún comunicado mientras el Club Patí Vic daba su apoyo a la proclamación de independencia efectuada en el Parlament.

La reglamentación del deporte más popular, el fútbol, y la de la propia ley del Deporte indica que los equipos que participen en las competiciones oficiales (ver recuadro) deben estar adscritos a federaciones autonómicas que pertenezcan a la correspondiente federación española. Desde este punto de vista si las federaciones catalanas se separan de las españolas los equipos no podrían seguir participando, salvo que se modifiquen los reglamentos o se llegue a algún acuerdo de carácter privado, ya que, por ejemplo, la Liga de Fútbol Profesional es un organismo privado. El miércoles el presidente de la Federació Catalana de Futbol, Andreu Subies, dimitió como miembro de la junta directiva de la Federación Española, pero su argumento para abandonar el cargo no fue político, sino de funcionamiento interno de la RFEF tras la inhabilitación de Ángel María Villar y la nula voluntad que, a su juicio, existe por convocar elecciones.

Clubs como el Barça y el Nàstic ya verbalizaron su deseo de seguir compitiendo en la Liga española

En la ley del Deporte existe una excepcionalidad recogida en la disposición adicional decimoséptima e implica que todos los clubes del Principado de Andorra que “participan en competiciones oficiales en España, sea cual sea la modalidad, están inscritos en la Federación española correspondiente”.

A la hora de pactar un posible acuerdo hay que tener en cuenta que al frente de la Liga está Javier Tebas, que no es precisamente comprensivo ni equidistante con lo que ayer se aprobó en el Parlament. Tebas ha participado en manifestaciones a a favor de la unidad de España, como la que se organizó en Barcelona el 8 de octubre, y ayer colgó un tuit a primera hora de la tarde en el que anunció que hoy volvería a acudir a otra concentración. “Mañana acudiremos con mi familia, a las 12 horas, a la plaza de Colón. Cataluña es España. ¡Visca España! ¡Viva Catalunya!”, escribió.

El 6 de octubre Tebas se pronunció sobre qué pasaría en el caso de independencia de Catalunya. “Es un escenario que habría que analizar jurídicamente. Yo creo que es probable que se pueda acabar la Liga, pero no tengo la plena seguridad. Yo, por supuesto, citaría automáticamente a los clubs catalanes de la Liga para que me den su opinión”. El presidente de este organismo también avisaba: “La Liga española no nace por un acuerdo voluntario de los clubs, sino porque la ley del Deporte dice que tiene que haber una liga conformada por clubs profesionales que juegan en la competición estatal y esta sólo la pueden jugar los equipos adscritos a la Federación Española”.

Sea en un sentido u otro lo normal es que no sean cuestiones que se resuelvan de manera inmediata y menos con las competiciones en marcha.

“Son supuestos y elucubraciones; prefiero centrarme en realidades”, asegura Valverde

Uno de los primeros personajes del mundo del deporte que fue preguntado por las novedades políticas de ayer fue el entrenador barcelonista, Ernesto Valverde, que tiró de audacia y de inteligencia para contestar. “Sigo el asunto igual que lo sigue todo el mundo. Me gustaría que nos centráramos en la cuestión deportiva, más que nada porque la cuestión política cambia cada media hora y no sabemos si lo que vale ahora dentro de un rato va a valer. Han sido días muy ajetreados. Cada uno tiene su responsabilidad”. Ante la pregunta directa de si se imagina una Liga sin el Barcelona el Txingurri contestó: “Son supuestos y elucubraciones. Prefiero centrarme en realidades”.

Menos contemporizadora fue la reacción de un tenista como Nicolás Almagro. “Una vergüenza lo de Puigdemont y sus súbditos intentando romper la unidad del PAÍS (ESPAÑA),una bolsita,calzoncillos limpios y a la cárcel!”, escribió en Twitter. El polémico presidente del Comité de Competición, Francisco Rubio, cambió su foto de perfil en Facebook. Puso una portada de la Constitución de 1978 con un lazo negro.