El ingreso en prisión de José Antonio Griñán sigue en el aire. Los fiscales contra la Corrupción y la Criminalidad Organizada de Sevilla han solicitado que el Instituto de Medicina Legal concluya si el expresidente andaluz puede entrar en la cárcel en las circunstancias actuales. En un informe al que ha tenido acceso THE OBJECTIVE sostienen que la documentación aportada solo alude al tratamiento farmacológico y ejercicios rehabilitadores que necesita el condenado, pero no se prescribe si es compatible con la ejecución de la pena.
El ingreso en prisión de Griñán permanece varado desde el 13 de enero. Los forenses lo desaconsejaran porque podría ser contraproducente. La Audiencia de Sevilla decidió esperar a que finalizara las sesiones de radioterapia y pidió a su abogado que informara cuando sucediera. Lo hizo hace unas semanas. El tribunal, en una nueva providencia firmada el 2 de mayo, ha pedido a los forenses que valoren si el tratamiento que le queda «es compatible con el ingreso en prisión».
Griñán, de 76 años, es el único de los nueve condenados por el caso ERE que aún no ha ingresado en un centro penitenciario. Los médicos le detectaron un cáncer a principios de diciembre y solicitó demorar el cumplimiento de la pena. Si finalmente lo hace, su caso no sería una excepción: solo en 2021 los reos protagonizaron casi 92.000 salidas a consultas médicas, unas 576 por oncología.
(Habrá ampliación)
