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María Corina Machado propone un nuevo liderazgo opositor en Venezuela

La farsa electoral perpetrada por el chavismo en Venezuela el 21 de noviembre parece haber dejado a la oposición venezolana sumida en un desierto. Unas formaciones políticas que hasta hace poco habían llamado a la abstención –arguyendo irregularidades en el sistema electoral– tomaron la vía de plegarse a la agenda del régimen rojo, inscribiendo candidatos y conminando a los venezolanos a votar en los fraudulentos comicios del domingo pasado.

¿Los resultados? Poco menos que desastrosos. La Mesa de Unidad Democrática (MUD) obtuvo solo 2 gobernaciones de estado (Cojedes y Zulia), de un total de 23 en juego. Otro opositor –postulado por organizaciones distintas a la MUD– ganó en el estado Nueva Esparta, muy conocido tener dentro de sus territorios a la turística Isla de Margarita.

Sin embargo, para la dirigente del partido Vente Venezuela, María Corina Machado, tanto los integrantes de la MUD como quienes hacen vida en otras formaciones que presentaron candidatos el 21 de noviembre caen en el mismo saco: el de la oposición que se prestó a hacerle el juego a la tiranía socialista, avalando con sus abanderados la convocatoria de una farsa electoral.

A juicio de Machado, quien ha difundido un mensaje este miércoles en su cuenta de Twitter, lo ocurrido el domingo pasado fue solamente “un ejercicio para ratificar un sistema de dominación y humillación”, en el que los resultados presentados por el Consejo Nacional Electoral (CNE) están abiertamente sometidos a sospecha, y corresponden más a un reparto hecho a través de adjudicaciones discrecionales desde la cúpula roja, que a un verdadero sistema de asignación de cargos producto del conteo de votos mediante un proceso eleccionario.

En sus boletines oficiales el CNE ha afirmado que la abstención en dicho proceso rondó el 58%. Sin embargo, la líder de Vente Venezuela indica que más del 70% de los venezolanos se quedaron en sus casas, con miras a no convalidar el fraude. En su criterio, además, la imposición de números falsos sobre participación y votación es un mecanismo utilizado por la tiranía para apuntalar a una suerte de oposición de conveniencia; una compuesta por liderazgos artificialmente creados, que obviamente no amenazarán en ningún momento a Nicolás Maduro, en su afán de permanecer indefinidamente al mando de los destinos de la nación sudamericana.

De allí que lo que habría terminado ocurriendo en los comicios regionales, según Machado, es una revocatoria –abstención mediante– de todo el estamento político que se presta a avalar el truculento sistema electoral venezolano: “El 21 de noviembre el pueblo revocó a Maduro y a su régimen, y a esa falsa oposición”.

Lógicamente una aseveración tan fuerte requiere de una proposición alternativa al país, y la dirigente de Vente ha sido categórica al echar al ruedo la suya: “Para avanzar se requiere una nueva dirección política que no se entregue, que no traicione, y que tenga un solo objetivo: coordinar a las fuerzas de los venezolanos y los aliados internacionales para lograr derrotar a la tiranía y liberar a Venezuela”.

Se trataría pues de caras alternativas al frente de la oposición, como requisito mínimo e indispensable si se quieren comenzar a enderezar las cargas dentro de liderazgo disidente en Venezuela. Ahora bien, ¿Cómo lograrlo?

Para María Corina el método solo puede ser uno, y pasa por la gente: el nuevo liderazgo debe ser elegido por los venezolanos, debe nacer de una consulta popular desprovista de las ataduras truculentas que impone un CNE cooptado por el régimen. Se trataría en todo caso de una elección abierta, espontánea, transparente, organizada y ejecutada por los venezolanos que adversan a la tiranía roja, sin mediaciones ni cortapisas impuestas por Maduro y los suyos.

Sobre iniciativas como esta hay incluso experiencias similares en la historia reciente del país: el 16 de julio de 2017 la oposición venezolana organizó una consulta nacional –sin la intermediación del CNE– para decidir cuál debía ser la agenda a seguir por parte de la Asamblea Nacional, en aquel momento liderada por la oposición democrática.

Según sus organizadores aquel evento se tradujo en una participación de unos 7.5 millones de venezolanos. Lo consultado, por cierto, nunca se tradujo en resultados concretos, dado que el liderazgo opositor decidió obviar olímpicamente la hoja de ruta que la voluntad popular le señalaba. Pero esa es otra historia…

Machado cree, en resumen, que lo que corresponde es echar mano de esa mayoría que no se plegó a las votaciones ficticias del chavismo, y construir, a partir de ella y su sentimiento, un nuevo liderazgo político. Para ello ha culminado siendo enfática al precisar que todo esto “No se trata de elegir un presidente, sino de elegir un liderazgo transparente”, uno que pueda encargarse de gestionar la coyuntura actual, dando pasos hacia una línea política que presione efectivamente hacia la salida de Maduro y los suyos del poder.