Inicio Actualidad Miguel Barrachina despeja la X de la trama Azud: «Solo puede haber...

Miguel Barrachina despeja la X de la trama Azud: «Solo puede haber un jefe, que es el propio Ximo Puig»

En las últimas semanas, el sumario del caso Azud ha ido dejando cada vez más titulares que no vienen sino a apuntalar la presunta financiación ilegal del PSOE de la Comunidad Valenciana. Detrás de esta macrocausa de corrupción urbanística, se esconde una trama de sobornos que habría movido millones de euros y que habría servido, entre otras cosas, para financiar las campañas electorales de la candidata al Ayuntamiento en 2008, Carmen Alborch, y de la que fuera vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, en las elecciones al Congreso de 2008.

Lo más significativo, sin embargo, es que, los tentáculos de la trama habrían llegado hasta nuestros días, salpicando al actual Gobierno de Ximo Puig. Sobre la mesa, una cascada de WhatsApp en los que el extesorero del PSPV, José María Cataluña, le dice a uno de los empresarios investigados: «Ya he hablado con el jefe«. Para Miguel Barrachina, diputado del PPCV y director de campaña de Carlos Mazón, el candidato popular a presidir la Comunidad Valenciana, despejar esa X es sencillo: «Solo puedo haber un número uno, un jefe, que es el propio Ximo Puig«.

Así de tajante se muestra en esta entrevista en Libertad Digital en la que repasa el annus horribilis de un Puig que no solo se enfrenta al caso Azud, sino también al escándalo en el fraude de subvenciones que salpica a su familia y especialmente a su hermano Francis, y al caso Oltra. A su imputación por encubrir presuntamente los abusos sexuales a una menor tutelada desde el Gobierno regional, se suma ahora la polémica por la concesión de una prestación por desempleo que, en buena ley, no debería percibir si, como ella mismo dijo, su cese habría sido voluntario. Todo, a las puertas de un año electoral en el que el PP espera que los valencianos den cuenta de su hartazgo y propicien un cambio que «nos vendría muy bien a aquellos que creemos en la libertad y nos gusta España».

Pregunta: ¿Qué es para usted lo más grave de todo lo que hemos conocido hasta ahora?

Respuesta: Sobre todo, el descaro, el atrevimiento de Ximo Puig, que hizo de la transparencia y de la limpieza su baluarte electoral y, sin embargo, como acreditan ya los juzgados a base de imputaciones tanto de sus compañeros de partido, de los que él tiene la condición de líder supremo, como de su propio hermano y todo el clan familiar, presuntamente habría hecho de la Comunidad Valenciana su particular botín. En el caso de su hermano Francis, la imputación es por dos millones de euros del dinero de los valencianos, presuntamente conseguido a base de multiplicar facturas, nóminas, etc. Pero el caso de la presunta financiación ilegal del PSOE es clamoroso. Estamos hablando de contactos incluso con la Agencia Tributaria para que, presuntamente, tributen o paguen menos aquellos que han contribuido a financiar al Partido Socialista de Ximo Puig. Es un verdadero escándalo, sobre todo porque quien está presuntamente implicado en esto, el señor Puig, ha estado dando clases de ética y de moralidad todos estos años, en los cuales él, naturalmente, debía estar al corriente de lo que sucedía en su propio partido.

P: De hecho, los últimos datos apuntan que la trama Azud habría amañado contratos con él ya en el Gobierno…

R: Él sacrificó a su número dos, Manuel Mata, y lo envió como abogado a defender al capo, al jefe de la trama, el señor Febrer, que estaba en la cárcel de Picassent. Y este mismo Mata aparece en las conversaciones del extesorero y corruptor máximo, el imputado señor Cataluña, que, sin embargo, hacía referencia a un jefe por encima de ellos. En fin… sólo puedo haber un número uno, un jefe, que es el propio Puig. Y no hay que olvidar que este mismo año entró en prisión el subdelegado del Gobierno de Pedro Sánchez y que se ha conocido que la actual presidenta del PSOE, Cristina Narbona, en su día amañó contratos. Por cierto, sería ya la tercera presidenta, después de Chaves y Griñán, que estaría presuntamente implicada en un caso de corrupción. Pero, además, llega hasta hoy, porque se ha imputado a José Luis Vera, exjuez y abogado del PSOE, que ha estado cobrando sin trabajar en la Diputación de Valencia, en la que se hace lo que dice Puig, y porque Vicent Sarriá, diputado nacional del Partido Socialista, también aparece en los autos. Por tanto, si ya era muy atrevido que Puig dijera no saber nada de lo que hacía su familia, decir ahora que no sabe qué sucedía en el PSPV en estos años que ha sido secretario general es una burla a los valencianos.

P: Usted tiene claro entonces que cuando el señor Cataluña dice eso de «ya he hablado con el jefe» se refiere a Puig…

R: Cuando al corruptor Cataluña le pillan sobres de dinero en su domicilio y las anotaciones manuscritas con el nombre de Ximo y con los porcentajes que, ríete tú del separatismo catalán y del 3%, aquí eran del 6,29%, era él el que decía ‘el contacto es Manolo Mata, que es el número dos. Ya he hablado con el jefe’. Oiga, si el contacto es el número dos y si por encima del número dos solo hay un número uno, pues claro y en botella, ¿no? Y esto no es cosa del PP, es la juez del número 13, es la UCO y la Guardia Civil que incauta a los manuscritos, y es la Fiscalía Anticorrupción, que habla de la relación de confianza entre el corruptor y el actual PSOE. En fin, Ximo Puig es el secretario general desde hace mucho tiempo. Por tanto, puede forzarlo mucho, pero esto no es una campaña política, esto es una juez, la Fiscalía Anticorrupción, la UCO y la Guardia Civil. Y lo que dicen es que este señor, el que tenía el dinero en su habitación, seguía realmente al frente de las finanzas del PSOE de Ximo Puig. Y, por tanto, el señor Puig debe pedir perdón, dar explicaciones y dejar de escurrir el bulto. No se pueden pedir explicaciones para todos los demás y luego no darlas.

P: Lo que ha dicho es que él ya ha apartado de sus filas a los presuntos implicados y les reprocha a ustedes no haber hecho lo mismo, en referencia a Jorge Bellver, que figuraría también entre los receptores de regalos de la trama…

R: Bueno, es que hay un auto en el que la propia juez dice que no hay ningún indicio. Quien tiene no solo indicios, sino evidencias, es el señor Cataluña, el corruptor y extesorero del PSOE, que, por cierto, le hemos preguntado a Puig cuántas veces ha estado en su despacho de presidencia y no nos ha respondido. Era tan sencillo como decir «no ha venido nunca, porque este hombre dejó de hacer oficialmente esas tareas», pero como probablemente no es así, como probablemente iba con asiduidad… Porque, como destaca la propia Fiscalía Anticorrupción, el vínculo estrecho se ha mantenido hasta hoy, porque solo así se explica que el propio Cataluña, el recaudador, pueda permitirse ir a las consejerías a ver cómo van los estudios de impacto ambiental o las inspecciones de Hacienda. Uno solo entra como Pedro por su casa en las consejerías cuando alguien le ha abierto las puertas, y ese alguien solo puede ser el jefe.

P: ¿Cree que los medios le están dando la importancia que tiene a esta trama?

R: Hombre, pues yo creo que no. Creo que se contaron hasta 120 portadas en el diario El País con el regalo, que no fue tal, de las camisas del presidente Camps, y ahora se omite por completo. Y ya no hablo de las de las teles dopadas tanto por Sánchez como por Puig. Hay un contraste extraordinario y, obviamente, quien la hace, la paga, pero es que, cuando quien lo hace es de izquierdas lo que piden son indultos, revisiones del delito de malversación…. Bueno, y en el caso de Compromís, que suma hasta 16 imputados por encubrimiento de delitos sexuales porque el abusador era el marido de Mónica Oltra… Por tanto, la doble vara de medir en España, mediática y política, es extraordinaria.

P: Hablaba usted del caso Oltra y es verdad que Puig consiguió deshacerse de ella, pero ahora vuelve a estar en el ojo del huracán por una prestación por desempleo que podría ser irregular porque teóricamente dimitió, no fue despedida…

R: Hicieron trampa. Oltra nunca ha dicho la verdad a nadie. En el caso del monstruo que abusó de la niña Maite siempre ha contado una cosa y la contraria a los jueces, a los periodistas y al Parlamento. Y en el tema del paro, también. Dijo que se marchaba, dijo que se iba, dijo que dimitía y, finalmente, lo que firmaron es un cese forzoso por parte Ximo Puig. Puig y Oltra se pusieron de acuerdo para que ella tuviese el derecho a paro que no tiene el resto de españoles cuando se marchan voluntariamente de un lugar. Ella es la única española, porque en esto ya no es nacionalista, que cobra 1.500 euros como parada cuando realmente no debiera cobrar nada, dado que como ella misma dijo y reiteró, se marchó voluntariamente y lo suyo fue una dimisión voluntaria y no un cese forzoso, como se publicó para que pudiese, en fraude de ley, cobrar una prestación por desempleo a la que ningún español, salvo Mónica Oltra, tiene derecho.

P: ¿Cree que todo esto pasará factura en las urnas a los partidos de Gobierno?

R: Yo creo que los valencianos están hartos de esto y de muchas cosas. Por ejemplo, de padecer colas insufribles. Se habla de la Sanidad de Madrid, pero no hay ningún indicador en el que la Comunidad Valenciana no esté sensiblemente peor que cualquier autonomía española, naturalmente incluyendo la madrileña, que tiene una Sanidad de muchísima calidad y especialmente cuando la comparas con la valenciana. La gente está harta de que ahora la única ocurrencia para acabar con las colas sea imponer el requisito lingüístico de valenciano para que el resto de los médicos y enfermeros de España no puedan venir a una comunidad en la que siempre les hemos recibido con los brazos abiertos. Y esto, pues sí, es verdad que puede ser la gota que colme el vaso, porque ya no es que sea gravísimo que en el caso del encubrimiento de los abusos solo haya habido una persona esposada y haya sido la propia niña cuya tutela tenía la propia Oltra, o todo lo de la familia de Puig o el caso Azud, es que la gente está cansada de que les den doctrina, de que les den lecciones aquellos que siempre han sabido cínicamente que ellos multiplicaban los defectos que criticaban a otros de manera exagerada, como lo vimos y lo padecimos y lo sufrió hasta la muerte Rita Barberá, por ejemplo.

P: Las últimas encuestas auguran una espectacular subida para el Partido Popular, pero no sé si suficiente para gobernar.

R: Sinceramente, creo que sí va a ser suficiente. Nosotros disfrutamos de un candidato nuevo, Carlos Mazón, que tiene una proyección y un recorrido gigante. Creo que, honestamente, Carlos va a tener muchísimo por hacer, pero el horizonte electoral que buscan los valencianos es el de un candidato, no una melé peleada entre sí, y el de un único programa. Aquí las peleas, las batallas internas, son tremendas: unos quieren ampliar el puerto de Valencia, otros quieren demolerlo y lo mismo con el by-pass de Valencia o el requisito lingüístico, con todo. Donde hay un problema, el actual Gobierno valenciano monta una batalla y, por tanto, la gente está cansada y eso va a tener un reflejo en las urnas que, felizmente, va a propiciar un cambio que a la Comunidad Valenciana le vendría muy bien, porque es frenar la hoja de ruta del nacionalismo valenciano en las teles, en las aulas o en las asociaciones y eso nos vendría muy bien a aquellos que creemos en la libertad y nos gusta España.

R: Imagino que si le pido un deseo político para 2023 iría en esa dirección…

R: Pues mire, sinceramente, primero pido mucha salud para todos los españoles, que lo han pasado muy mal en estos últimos años. Y, segundo, pediría renovación en muchos gobiernos que han demostrado que son capaces de arruinar proyectos, códigos penales de dos siglos, a cambio de aguantar unos meses más en el Gobierno. Así que con eso me quedo: salud y cambio político.