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Mikel Antza, pieza clave del entramado que da cobertura a los etarras huidos de la justicia: «ETA sigue activa»

El juez Manuel García Castellón, titular del Juzgado Central de Instrucción número 6 de la Audiencia Nacional, rechazó el pasado 3 de octubre la petición de prisión provisional para el ex dirigente de ETA Mikel Albisu, alias Antza, en relación con el atentado contra la casa cuartel de la Guardia Civil de Santa Pola (Alicante) perpetrado por la banda terrorista el 4 de agosto de 2002, causando la muerte de dos personas, la de un hombre de 57 años y la de una niña de 6 años.

El magistrado, que sí le impuso -sin embargo- medidas cautelares (la obligación de comparecer una vez al mes en el juzgado, la entrega de su pasaporte y la prohibición de salir del territorio nacional), no consideró el «riesgo real de fuga» alegado por la acusación que ejerce Dignidad y Justicia, que remitió al juez -el pasado 2 de octubre- un informe pericial, al que ha tenido acceso LD, en el que un técnico independiente argumenta este extremo.

García Castellón ha considerado que dada «la disolución de la organización terrorista ETA y el cese en sus actividades criminales» no era necesaria la prisión provisional. Algo muy discutible en opinión del presidente de la mencionada asociación, Daniel Portero, que -en declaraciones a este periódico- destaca que «el hecho de que no haya si disparos no significa que empresarialmente haya desaparecido». Es más, que «empresarialmente sigue activa».

De hecho, añade Portero, «ha habido sentencias recientes, en autos, donde se habla de que el aparato de falsificación sigue funcionando«. «Todos aquellos que están huidos necesitan pasaportes y carnet de identidad falsos», explica, «continúa activa». «No a nivel de tiros y bombas, pero continúa activa a nivel empresarial». «Y Mikel Antza desde luego tiene más acceso que ninguno» a ese entramado, sentencia. «Él es el que se encarga de organizar las estructuras empresariales en Sudamérica, la cúpula de ETA anterior no lo tenía bien montado».

El informe pericial

La investigación encargada por Dignidad y Justicia, con el objeto de «evaluar el riesgo real de fuga» de Mikel Albisu Iriarte, fundamenta la responsabilidad del ex líder del aparato político de ETA entre 1993 y 2004 «en la creación de estructuras de apoyo y captación de los miembros huidos» a terceros países.

Entre sus funciones estaría la de organizar el «Comité» encargado de ayudar a los etarras que estuvieran en el exterior a través de distintas estructuras y/o empresas que les facilitasen su «inserción social y económica» en el lugar de asentamiento. Un total de 21 países, muchos de ellos de Hispanoamérica, que se convierten en receptores de terroristas a partir de que él se encarga de esta tarea.

Entre sus primeras directrices, estuvo la de disgregar al «abultado número de integrantes» de la banda que se encontraba en Francia tras las detenciones masivas de mediados de 1985. El objetivo era lograr «mayores niveles de clandestinidad». Así que los etarras que se encontraban en territorio francés fueron «dispersados».

En este entramado fue fundamental KAS (Koordinadora Abertzale Socialista), a la que se transfirió buena parte de la «responsabilidad en sus relaciones exteriores y el control de su colectivo de deportados y refugiados -en terminología de la banda terrorista para referirse a huidos de la justicia-«. Funciones que posteriormente «heredó» EKIN.

Tanto es así que, recoge la pericial, que «muchos responsables de ETA-KAS o ETA-EKIN fueron condenados en la Sentencia nº408/2009 del TS» precisamente porque «administraban los rendimientos de las empresas para atender las necesidades del colectivo de huidos y refugiados de ETA en Iberoamérica cuando éstos no conseguían cubrirlas con los medios de producción propios que les facilitaban».

En este apunto hay que citar la ayuda brindada por regímenes comunistas como el de Cuba, con el que la banda terrorista mantiene excelentes relaciones. Según señala el informe, la dictadura ha llegado a «pagar sueldos mensuales de 1.000 dólares a los responsables de la organización terrorista al frente de las empresas» y a financiar «los gastos de infraestructura empresarial con cargo a la caja común de KAS».

El ministerio de Exteriores de ETA

Desde el aparato político, se creó el KHK (comité de relaciones exteriores). Un órgano específico -señala el documento- que «se configuraba con un ministerio de exteriores bajo el control de ETA». De él dependía, por ejemplo, la DK (comisión de deportados), que «ejercía el control» de los etarras huidos de la justicia y repartidos en distintos puntos del planeta.

La estructura contaba también con «asociaciones» de ámbito europeo e iberoamericano, como XAKI y XAKI PARA AMÉRICA LATINA (ambas condenadas en sentencia firme, sumario 18/98), que prestaban «apoyo de diversa índole a los miembros de ETA huidos» y al colectivo al que la banda se refiere como «refugiados». Todo ello, con Mikel Antza a la cabeza.

«De lo expuesto anteriormente y soportado en la Sentencia nº480/2009, de 22 de mayo de 2009, de la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo», el informe concluye que «a pesar de que ETA actualmente no tiene estructuras militares para asesinar, sí continúan activas algunas que creó y organizó el propio Mikel Albisu durante su mandato en el aparato político de la organización terrorista».

Y esto es así para «dar acogida y respaldo social a huidos de la justicia y miembros de ETA en terceros países». Por lo que, según señala la pericial, «esta estructura hace posible una fácil acogida del líder de ETA (Antza)», que fue además «el que las creó en su momento». Existe la certeza de que algunas de las empresas «continúan con actividad empresarial en Sudamérica» lo que -incluso- «podría facilitar la propia inserción laboral» del etarra.

«Es razonable pensar que debido a la experiencia que D. Mikel Albisu Iriarte obtuvo durante los años en los que desarrolló su labor de organizador del comité de refugiados y deportados huidos de la justicia de ETA», advierte el perito, «tiene los contactos y conocimientos suficientes como para encontrar los medios necesarios para subsistir fuera de España, además de manejar a la perfección los diferentes posibles canales de financiación en los que se pudiera apoyar».