No se esperaba sorpresas ni tensión pero, a falta de lo primero, lo segundo sí estuvo en la recta final de la primera sesión de investidura de Pedro Sánchez. Según fuentes consultadas por THE OBJECTIVE, la portavoz de Junts, Miriam Nogueras trasladó el malestar de Junts por la intervención del candidato a la investidura en el turno matinal, cuando no mencionó ni a Junts ni a Carles Puigdemont, pese a ser su formación la llave de la investidura. Un ninguneo por el que pidieron explicaciones a modo de «aviso», a 24 horas de la votación de investidura de Pedro Sánchez.
El cabreo de Junts se hizo notar en el final del discurso de investidura de Sánchez, cuando Nogueras se ausentó del Hemiciclo y ninguno de los siete diputados de la formación independentista quiso aplaudir la intervención de Sánchez en la que se refirió a la amnistía con la palabra «perdón». Pero al termino de la sesión, la propia Nogueras trasladó ese enfado a sus interlocutores socialistas. Fuentes de Junts airearon a lo largo de la tarde un supuesto encuentro entre Nogueras y el secretario de Organización y negociador del PSOE, Santos Cerdán.
Pero fuentes de Moncloa consultadas por THE OBJECTIVE desmienten este encuentro e informan de una llamada desde los responsables del gabinete del presidente del Gobierno. Una comunicación que intentó aplacar los ánimos de la formación independentista tras «un aviso» de Junts que no se concretó en ningún momento como amenaza de cara a la votación de investidura pero tampoco se descartó. Junts alimentó el suspense presionado por algunos de sus militantes que pedían en redes socialistas forzar a Sánchez a ir a una segunda votación el sábado tras abstenerse en la que tendrá lugar este jueves.
Las fuentes gubernamentales consultadas aseguran que «eso no va a pasar» y que «se ha solucionado» tras emplazar a Junts a escuchar la intervención del presidente Sánchez en las réplicas a los nacionalistas catalanes esta misma tarde. El primero en intervenir fue el portavoz de ERC, Gabriel Rufián, quien quiso aprovechar para denunciar «el teatro» de algunas formaciones independentistas catalanas, «creo que se me entiende», señaló veladamente sobre la supuesta amenaza de hacer fracasar la primera votación de la investidura. Rufián si quiso tensar la cuerda al presidente del Gobierno en funciones: «señor Sánchez, no se la jueguen. No se la jueguen».