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Óscar Bermán: «Abascal me propuso liderar Vox en Cataluña poniéndome como condición que no hablara mal del sionismo ni de la banca»

Bermán y Abascal

Julia Navarro.- Óscar Bermán fue durante años presidente y portavoz municipal del PP en la localidad barcelonesa de Palafolls y se convirtió en toda una referencia para muchos por su incansable tarea en favor de la españolidad y las tradiciones cristianas en su municipio. También se significó por su apoyo a la derogación de la Ley de Violencia de Género, responsable a su juicio de la interposición cada año de cientos de denuncias falsas por parte de mujeres españolas y residentes en nuestro país.

Bermán criticó siempre los “complejos ideológicos” de la derecha española y prueba de ello fueron sus manifestaciones en favor de la España de Franco, de Donald Trump, o en contra del feminismo, lo que le supuso feroces críticas dentro del PP.

Asesor financiero y padre de un hijo, Bermán terminó poniendo fin a su relación de años con el PP catalán y montó su propio partido, NOSOTROS-Partido de la Regeneración Social, de naturaleza identitaria, que pretende ser sobre todo un aldabonazo en toda regla contra el totalitarismo del pensamiento único. Se declara español por encima de todo y cuenta como su principal aval la exhibición de una fortaleza moral y unas convicciones ideológicas siempre incardinadas a sus rectos principios. En esta época tan azarosa de la historia de España, destaca que ha elegido el camino más bacheado, pero confía en su determinación de acero para que los ideales que él defiende encuentren la mejor salida.

– Usted fue de los pocos dirigentes catalanes que pronosticó el proceso secesionista que se ha vivido estos años en Cataluña. ¿Por qué cree que otros no vieron lo que usted?

El refranero español dice que no hay peor ciego que el que no quiere ver, y este es el caso. No era necesario ser muy inteligente para darse cuenta de hacia dónde nos conducía paso a paso el nacionalismo catalán con la doctrinaria inmersión lingüística obligatoria, y el control de los medios de comunicación. Estaba modelando la mentalidad de las futuras generaciones de catalanes, sembrando entre ellas el desafecto a España, y una mezcla de desprecio y odio por todo lo español. Solo era cuestión de tiempo que la Generalidad de Cataluña intentara la ruptura con el resto de España. Durante décadas el Estado decidió abandonar Cataluña y a los catalanes en manos del nacionalismo catalán, al que le permitió lo intolerable, le perdonó lo imperdonable, y le premio todo desafuero e insolencia. Los gobiernos de España, y las más altas instancias de los poderes públicos nacionales, han mantenido continuada complicidad con el nacionalismo catalán, y por ello son corresponsables de las nefastas consecuencias de la rebelión separatista que estamos sufriendo en Cataluña. Y en justicia deberían pagar por ello. En el comportamiento de todos los gobiernos nacionales siempre han destacado la dejación de funciones, la improvisación y el pasteleo, cuando no la alta traición.

– Usted salió del PP de Rajoy por su tibieza frente a los graves asuntos nacionales. ¿Percibe diferencias entre ese PP y el de Casado?

Anuncié mi salida del PP mediante una carta pública a Rajoy. En esa carta afirmé que el PP de Rajoy había degenerado hasta llegar a ser el partido de la traición a España. Mi salida del PP fue después de comprobar fehacientemente que el PP no tenía remedio posible; y el PP de Casado demuestra que acerté en el diagnóstico. Casado mantiene a buena parte del aparato de Rajoy; cuadros de partido que han oscilado entre la inutilidad y la traición. Para la mayoría de ellos la política es su único modus vivendi. Están en la política para lucrarse y todo lo demás les da igual. Los conozco bien, y lamentablemente son pocos los que merecen una mejor consideración.

– ¿Es Vox disidencia controlada? ¿Es una variante del sionismo, como usted mantuvo hace meses?

La creación del Estado de Israel y su imposición al resto del mundo es la razón del movimiento sionista. El Estado de Israel solo respeta su propia soberanía nacional y se arroga una prepotencia internacional por encima de todos los pueblos del mundo, empezando por el pueblo palestino, al que tortura hasta llevarlo a la desesperación. VOX es un partido explícitamente defensor del Estado de Israel, y no cabe duda de que VOX juega un papel específico en el amplio abanico de movimientos y partidos controlados por el sionismo internacional. VOX defiende la unidad nacional de España, pero no defiende la soberanía nacional del pueblo español. Y sin soberanía nacional la unidad carece de contenido y finalidad.

Cuando la unidad no sirve a la soberanía nacional es una unidad que sirve a otros intereses. Eso explica la repentina inyección de dinero que ha permitido al partido VOX erigirse en protagonista mediático justo en el momento más oportuno para encauzar el voto de un sector del electorado que de otro modo se habría ido a la abstención por cansancio o por desesperación.

– ¿Qué opina de que Vox y sus aliados europeos hayan cerrado la Cumbre de Madrid culpando a Putin de la crisis?

No se puede estar en misa y repicando, ni pretendiendo contentar a todo el mundo. Vox puede defender una cosa y la contraria porque cree que así conserva a todos sus potenciales votantes. Mientras en algunos sectores de Vox se alimentan las tesis antivacunas, su portavoz sanitario, Juan Luis Steegmann, se ha significado por ser uno de los más entusiastas vacunólogos de España. Puedes engañar a todo el mundo algún tiempo. Puedes engañar a algunos todo el tiempo. Pero no puedes engañar a todo el mundo todo el tiempo. Y lo de la llamada Cumbre de Madrid ha sido un error estratégico que Vox terminará pagando caro. No se puede traer a Madrid a un grupo de dirigentes europeos para decir que Putin nos está conduciendo a una guerra. No se puede criticar el Nuevo Orden Mundial y apoyar al mismo tiempo la ofensiva contra Rusia de sus patrocinadores. No se puede ir contra de la Agenda 2030 y refrendar el despliegue militar en el este de Europa a instancias de los principales promotores y patrocinadores de esa misma agenda. No se puede defender una España basada en valores cristianos y liberada de las pandemias ideológicas que están destruyendo Occidente, mientras te pones en contra del único país occidental fortalecido en su fe cristiana y que ha puesto freno a dichas ideológías. Vox es un saco de contradicciones, una burda estafa orientada a un sector del mercado desencantado y que vota más en base a un estado de ánimo. Espero que el error de esta cumbre lo terminen pagando en las urnas.

De hecho, Orban ya se ha desmarcado de Abascal, lamenta haber caido en la trampa urdida por Vox exclusivamente por razones electorales, y ha anunciado un encuentro con Putin para aclararle la posición de Hungría, que no es ni será nunca la que defiende el vividor de Abascal, un tipo sin principios y sin más ideales que el poder y el dinero. Respecto a Marine Le Pen, solo hay que escuchar lo que su propio padre piensa de ella. Es una sionista de manual, que ha transitado políticamente de fracaso en fracaso, y que se ha dejado comer la tostada por Éric Zemmour, una persona hasta hace poco desconocida pero que ha demostrado una coherencia y un compromiso ético con la identidad cultural de Francia que Le Pen nunca ha tenido.

– ¿Es cierto que Abascal le ofreció el liderazgo de Vox en Cataluña?

Cierto. A las pocas horas de publicar mi carta anunciando mi baja del PP, recibí una llamada de Santiago Abascal y tuvimos una conversación de casi dos horas. Debo aclarar que era todavía la época de la travesía del desierto y no parecía entonces que Vox tuviese demasiado recorrido político. Quiso persuadirme para que aceptara el liderazgo de Vox en Cataluña. Me dijo que necesitaban personas como yo, con las mismas creencias y valores que yo. Me comentó también que el partido estrenaría nuevos carnés de afiliados en Cataluña y que le gustaría que fuese conmigo como presidente regional.

A modo de tanteo, le pregunté si tendría libertad para defender mis ideales. Me dijo que sí, salvo en aquellos asuntos relacionados con el sionismo, con Israel y con las principales empresas multinacionales, incluidas las financieras. ‘Nos conviene estar bien con ellos’, me apuntó a modo de condición. O al menos así lo entendí. Me sorprendió que, en cambio, me dejara las manos libres para atacar al PP. Ni siquiera a la izquierda ni al separatismo, solo al PP. Aquella conversación me hizo percibir la poca fiabilidad de Abascal, y desgraciadamente los hechos me han dado la razón.

– No es el único. ¿Por qué desconfía de usted de Sociedad Civil Catalana?

Mi desconfianza hacia Sociedad Civil Catalana es total. Sociedad Civil Catalana es un artefacto del sistema partidocrático creado para canalizar la reacción espontánea de miles de catalanes leales a España, e impedir que en Cataluña se salga de madre una marea rojigualda descontrolada.

– Usted ha sufrido el odio de la izquierda hacia los símbolos católicos. ¿Se recrudece ese odio estos días?

Ese odio es de origen masónico, y la autoproclamada izquierda es un instrumento de ese odio satánico a todo lo que representa Jesús de Nazaret y su Evangelio. El cristianismo en España es un cristianismo tradicionalmente católico, con manifestaciones populares surgidas directamente del pueblo llano, de los trabajadores y de las gentes más sencillas. Esa realidad social irrita mucho a los llamados socialistas y comunistas, que se arrogan la representación del pueblo al que llaman proletariado. Ese es el motivo de su odio, odio que sufro cada año en Palafolls durante la preparación y desarrollo de la procesión que tengo el honor de presidir.

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