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PIB, deuda y paro

El PIB mide la producción total de bienes y servicios de un país. Se suman todos los bienes y servicios finales que se han producido en un año. Es decir, la producción de manzanas, leche, libros, barcos, máquinas, pisos y todos los bienes que se hayan producido en el país hasta los servicios de un taxi, un dentista, un abogado o un profesor.

La deuda pública total de un país es la deuda de todo el conjunto de las administraciones públicas. En España corresponde a la suma de lo que deben a bancos e instituciones financieras el Estado central, las 17 comunidades autónomas y los ayuntamientos.

El desempleo incluye el número de personas que están registradas en las oficinas de empleo o sin estarlo quieren trabajar y no pueden.

Pues bien, España hoy registra la mayor caída del PIB de nuestra historia y la más aguda de toda Europa, un 17%, cuando la media europea está en el 7 %.

La deuda pública es la más alta que nunca hayamos acumulado, el 120% de lo que producimos al año, de nuestro PIB. Aznar dejó la deuda en un 50%, Zapatero la duplicó, Rajoy pudo recortarla y Sánchez la ha elevado a cifras inimaginables.

En cuanto a la tasa de desempleo también Aznar la rebajó del 24% a la que la había llevado González hasta el 8%, con Zapatero volvió a subir al 25%, Rajoy la rebajó al 13% y Sánchez la ha elevado de momento a 5 millones de desempleados.

Esta situación también coloca a nuestro país en materia de empleo en la cola de los países europeos.

Son estos datos los que han hecho que España haya caído en el ranking mundial de economías de la numero 8 a la numero 14.

Es absolutamente irresponsable que el gobierno no se centre, además de en la vacunación, en estos escalofriantes datos.

Pero Sánchez está en la humillación ante los independentistas en Cataluña, la ley Celaá, la transferencia de la competencia de las cárceles al PNV, la eutanasia, la subvención multimillonaria al avión de Maduro, la persecución al castellano, las proclamas histriónicas de Iglesias, las algaradas callejeras, las mociones en territorios, la persecución a la Corona, la asfixia al Poder Judicial, todo este maremagnum absurdo, estéril y artificial con daños en muchos casos irreparables, es lo que realmente entretiene a Sánchez y lo que destruye diariamente posibilidad de plantear el futuro con solvencia.

Los datos de PIB, deuda y paro son muy preocupantes. Es una combinación excesivamente peligrosa. Hay países que pueden rondar nuestra deuda, pero su paro es infinitamente menor, hay países que han tenido contracción en la producción, pero parten de un PIB superior y además ha sido un retroceso menos acusado, hay países que han elevado sus tasas de desempleo, pero el paro es como mucho la mitad del que se registra en nuestro país.

España está en la UCI económica. Todos los esfuerzos, reformas, incentivos, inversiones y proyectos tienen obligatoriamente que ir encaminado a los datos socioeconómicos. Los debates estériles no crean empleo, ni prosperidad ni bienestar.

España suma a las crisis sanitaria y económica, la crisis de un gobierno absurdo, fuera de la realidad, dogmático e incapaz de liderar políticamente esta complejísima situación.