Era sabido que Vox Málaga está en manos de un puñado de políticos trileros; lo sorprendente es que esos mismos políticos mientan a su gente con absoluta displicencia. Hemos argumentado durante meses cómo Vox Málaga camina inexorable al precipicio. Que cada vez más militantes del partido verde busquen en estas páginas lo que saben que no les contará Gestora, es un signo inequívoco de nuestro ascendiente sobre ellos. Cada vez más críticos dibujan el panorama de un partido con una dirección provincial endogámica e incompetente. Antonio Sevilla se vio ayer forzado a aparentar musculatura donde solo se percibe carne flácida. Y lo hizo ordenando a la jefa de prensa del partido, Sonia Crespo (¡quién la ha visto y quién la ve!) que enviase una nota a la prensa afín anunciando que el partido había incrementado en 200 el número de afiliados. Al leer la noticia, las risas de los afiliados se escucharon en Pernambuco. La nota para tontos de Sonia Crespo no había surtido el efecto esperado. El mismo periodista del diario Sur que calificó de baño de masas el mitin de Ortega Smith ante solo 150 afiliados, fue el primero en hacerse eco del engaño. Luego le han seguido otros medios pesebreros.
De entrada hay que anotar que el incremento de militantes no coincide con los registrados hasta el 17 de marzo. Ese día, Marian Hoyo fue cesada de su puesto al frente de Afiliaciones. La rectitud de Hoyo habría hecho imposible la difusión del bolo de los 200 militantes adicionales. Ahora se entiende el interés de la actual Gestora por apartarla del cargo. Los datos que obran en nuestro poder apuntan a que, desde la constitución de la Gestora hasta el citado 17 de marzo, se registró una sola alta. Claro que como no pretendemos ser mal pensados, acaso esos 200 nuevos militantes anunciados ayer estuviesen esperando la salida de Hoyo para inscribirse en el partido.
Patricia Rueda, Javier Ortega Smith y Antonio Sevilla, durante la última visita a Málaga del responsable de Organización de Vox.
Lo que estos tunantes no le contarán nunca a los afiliados es que Vox Málaga sufre un goteo de bajas de militantes desde la constitución de la Gestora. Ha perdido un quinto de los casi 2564 que tenía al inicio de las elecciones internas. Y si el goteo no se ha convertido aún en hemorragia es porque muchos confían en la remoción de la Gestora por parte de Madrid.
Lo que tampoco cuenta la Gestora es que más de un millar de militantes ya han dejado de pagar sus cuotas. Según las normas internas de Vox, el impago de cuotas conlleva la baja en el partido. Si nos atenemos a este dato, se están produciendo “decenas” de bajas de afiliados cada día. “Hay muchísima gente en Málaga que ha dejado de pagar las cuotas”, subraya una de nuestras fuentes en la sede de Bambú. “Este goteo da una sensación de desbandada generalizada”, añade.
Y ello ya sin hablar de las deserciones. La más comentada de los últimos días han sido la de Manolo Guerrero, amigo de Santiago Abascal y uno de los militantes más carismáticos de la provincia.
Otro dato preocupante para el partido verde está siendo la raquítica presencia de militantes en las mesas informativas. “Sólo acuden los cargos y algunos amigos allegados”, se lamenta un ex dirigente verde.
Por último, un ex alto cargo del partido de Abascal en Málaga y en la actualidad en España Suma, resume así la “estafa informativa” de los 200 nuevos afiliados: “Con la que le estáis dando a Vox en Málaga, ahora se están sacando el mantra que tienen 2700 afiliados. Afirman que desde que se hizo cargo la Gestora ha aumentado en 200 afiliados más. Son tan tontos que eso sería reconocer que hasta la gestora había 2500 afiliados. Pero resulta que tengo los datos reales con los afiliados que podían votar en las primarias, ya que los candidatos debían tener 140 avales, que eran el 10% de los afiliados. Esto quiere decir que en septiembre del 2020, Málaga tenía oficialmente 1400 afiliados. O sea que entre octubre y enero se habrían afiliado nada menos que 1100 afiliados”.
Así que para cuentos, los de José Calleja.
