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¿Por qué los medios de EEUU no hablan del asesinato de un policía a manos de un islamista negro?

Este viernes 2 de abril, una violenta escena se produjo en la ciudad de Washington D.C., cuando un auto se incrustó contra las barricadas que custodian el Capitolio de los Estados Unidos y posteriormente un hombre armado con un cuchillo y un machete se bajó de vehículo y empezó a atacar brutalmente a la policía, dejando un saldo de un oficial muerto y 5 heridos.

La capital del país norteamericano se encuentra completamente militarizada desde el 6 de enero, cuando los simpatizantes de Trump entraron al Congreso para reclamarle a los legisladores que no certifiquen la victoria de Joe Biden sin convocar una auditoría general del proceso electoral de 2020.

A pesar de estar bajo ley marcial, habiendo más de 5.000 efectivos militares y policiales patrullando las calles, y miles de barricadas por toda la ciudad, nadie pudo frenar a un terrorista arriba de un Sedán de color azul oscuro que evadió los puestos de control y llegó a estrellarse contra una de las barricadas en las puertas del Capitolio.

El terrorista se bajó del vehículo con un cuchillo e ignorando los avisos de la Policía Metropolitana de Washington se abalanzó sobre los oficiales de la zona y llegó a acuchillar a seis hasta que fue abatido a tiros por los demás efectivos.

De acuerdo a los primeros infortes que se dieron, el sospechoso fue llevado al hospital junto a otros dos oficiales de la Policía que fueron heridos de gravedad. Los otros cuatro sufrieron heridas leves.

Finalmente se confirmó que el sospechoso murió en el hospital y minutos más tarde se supo la triste noticia que uno de los oficiales heridos también sucumbió a sus heridas.

La situación fue muy confusa ya que los primeros reportes se dieron en redes sociales por vecinos de la zona, que estando confinados en sus casas por la cuarentena grabaron muchas escenas del ataque terrorista.

Los medios demócratas salieron rápidamente a hablar de un ataque supremacista blanco, tratando de vincular el hecho con las protestas del 6 de enero. Esto resultaría totalmente falso.

Después de mucha confusión, la Jefa de la Policía de Washington, Yogananda Pittman, dio una conferencia de prensa donde confirmó la identidad tanto del terrorista como del oficial fallecido.

El policía asesinado se trataba de William ”Billy” Evans, un veterano de 18 años de ejercicio en la Policía Metropolitana. Muchos de sus compañeros lamentaron la perdida de Evans y señalaron que era una persona maravillosa y muy comprometida con su país. A partir de su muerte la ciudad de Washington amaneció con sus banderas a media asta para rendirle homenaje.

El terrorista fue identificado como Noah Green, un afroamericano de 25 años de edad y oriundo de West Virginia, creyente del fundamentalismo islámico, radicalizado por ISIS en redes sociales, y seguidor del grupo extremista Nación del Islam y del supremacista negro Malcolm X.

Debido a la prohibición de armas que existe en Washington D.C., el yihadista utilizó una modalidad de ataque muy común entre los terroristas de ISIS en Europa, el cual consiste en estrellar un auto a toda velocidad contra un lugar y luego matar tantas personas como puedan con un cuchillo o un objeto contundente antes de ser abatido.

La policía no quiso dar mayores detalles del terrorista, y los medios hegemónicos rápidamente cambiaron de tema luego de reportar inicialmente el ataque.

Quedó en manos de los periodistas independientes de investigar los vínculos del atacante, revisar sus redes sociales y entrevistar a sus conocidos.

El periodista Andy Ngo contó que logró sacar varias capturas a la página personal de Facebook de Noah Green, pero que 15 minutos después de que su nombre sea revelado a la prensa, su perfil fue eliminado de la red social que maneja Mark Zuckerberg.

Ngo mostró las capturas que revelan que Green le donó dinero a la Nación del Islam antes del ataque y que era un devoto seguidor de este movimiento, identificado por su odio al cristianismo y a la radicalización de sus militantes.
“Noah X” como era llamado por sus compañeros dentro de la Nación del Islam, se había graduado en 2020 en la Universidad Christopher Newport, donde además jugaba al fútbol americano.

A pesar de sus claros mensajes radicales, escribiendo que “el Estado es el mayor enemigo de los negros” y que “todos los blancos deben morir”, nadie en su entorno había denunciado su peligroso comportamiento.

El medio USA Today entrevistó a sus antiguos compañeros universitarios. Andre Toran, un compañero suyo del equipo de fútbol americano que ambos compartían en la Universidad, describió a Green como una persona “extremadamente introvertida”.

Toran además compartió una publicación de Green en Facebook (que la red social ya eliminó) en el cual el yihadista acusa a sus compañeros de dormitorio de haberlo drogarlo, lo cual le habrían provocado convulsiones, paranoia, depresión y una fuerte abstinencia que nunca pudo superar. Sin embargo, los demás compañeros afirman que Green siempre fue un adicto a las drogas.

Otra compañera de Green, de nombre KC Humphries, le dijo al noticiero que en los últimos años de en la facultad había notado extraños cambios en el tipo de contenido que publicaba en redes sociales. Humphries describió que de publicar contenido “inocuo” y “normal” pasó a subir contenido “raro”, como si fuera parte de un culto, en referencia a su ingreso a la Nación del Islam.

Humphries contó que en un momento empezó a pedirle a sus compañeros que lo llamen ”Noah X” y que vivía publicando discursos de Louis Farrakhan y de Elijah Muhammad, ambos lideres de la Nación del Islam.

Farrakhan es una reconocida y peligrosa figura de la comunidad islámica en Estados Unidos, con una importante influencia en el Congreso de Estados Unidos, en particular con la diputada musulmana Ilhan Omar y el senador demócrata Raphael Warnock.