El Consejo por la República, el espacio de coordinación independentista que lidera Carles Puigdemont desde Bélgica, ha ofrecido este lunes a ERC y al resto de partidos y entidades soberanistas abrir un «diálogo» para acordar su «reformulación».
El papel que debe jugar el Consejo por la República está siendo uno de los principales escollos en la negociación para investir a Pere Aragonès como presidente de la Generalitat, ya que JxCat quiere que sea un foro unitario de decisión estratégica de las fuerzas independentistas, ante los recelos de ERC y la CUP, que han pactado crear un núcleo duro de coordinación no vinculado a este espacio.
En una declaración política emitida a un día de celebrarse la segunda votación de la investidura de Aragonès -la primera vuelta, el pasado viernes, fracasó por la abstención de JxCat-, el Consejo por la República se ha ofrecido a «reformularse» como pide ERC, pero integrando la nueva «dirección colegiada» del independentismo dentro de su propia estructura.
El Consejo por la República, señala su declaración, «es la institución republicana desde la cual hay que acordar las estrategias para hacer efectivo aquello a lo que nos comprometimos a partir del resultado del referéndum» unilateral del 1-O.
No obstante, reconoce, «es necesario reformular su gobernanza, para definir de manera precisa y sin contradicciones las funciones específicas de sus diferentes órganos».
«Manifestamos pues nuestra disponibilidad a debatir esta cuestión con los actores llamados a formar parte de esta dirección política colegiada y, como consecuencia de este debate, modificar todo aquello que convenga», añade.
Por ello, el Consejo por la República «invita» al presidente y a la secretaria general de ERC, Oriol Junqueras y Marta Rovira, respectivamente, así como al secretario general de JxCat, Jordi Sànchez, y a los máximos dirigentes de la CUP, Òmnium Cultural y la ANC a un «diálogo bilateral» con el propio Consejo.
Este diálogo, que podría iniciarse «de manera inmediata», debe servir para «debatir, desde la lealtad y la confianza, esta reformulación de la gobernanza del Consejo, que debe facilitar la inserción de la mencionada dirección colegiada en su estructura institucional».
La declaración no prevé que en este diálogo, por parte del Consejo por la República, participe su presidente, Carles Puigdemont, pero sí su vicepresidente, el también eurodiputado de JxCat Antoni Comín, que permanece como él huido en Bélgica, además de otros «dos miembros» de la dirección de este espacio.
A su entender, «es más importante para el país la existencia de un acuerdo para culminar el proceso de independencia de manera efectiva» que «las personas y los cargos que ocupen».
El Consejo por la República, que planea organizar en junio unas elecciones para escoger una «asamblea de representantes» independentistas que actúe como una institución paralela a las estructuras autonómicas, apuesta por agudizar la confrontación con el Estado y preparar un «desbordamiento democrático».
Entiende que no se puede «condicionar indefinidamente la existencia de la república a la voluntad del Estado español» y ve necesario «acumular fuerzas» para «ganar el pulso pacíficamente».
