Erling Haaland no tiene techo y quiere esta Champions. El noruego se encargó de darle la clasificación al Manchester City con cinco goles con los que resolvió la eliminatoria ante el RB Leipzig. La goleada acabó en 7-0, pero el delantero fue el único protagonista, con un hat-trick en apenas 20 minutos con el que sentenció al descanso, mientras que en la segunda mitad cayó un doblete. Gundogan y De Bruyne hicieron los otros dos tantos.
Pese al abultado marcador, el partido comenzó con polémica, puesto que el equipo de Guardiola recibió una ayuda desde el VAR de Hernández Hernández en forma de penalti que permitió a los citizen abrir la lata en un encuentro que, hasta ese momento, se les estaba atascando. Un penaltito de esos que no se pitan en Europa pero que el canario, como suele suceder en la Liga, quiso señalar.
El cruce llegaba igualado a uno de la ida jugada en Alemania tres semanas antes. Entonces, Gvuardiol mantuvo la eliminatoria viva con un cabezazo con el que contestó al tanto inicial de Mahrez y con el que permitía soñar a los germanos. Pero en el Etihad las esperanzas les duraron 20 minutos. Y no por su empeño, sino por un escandaloso penalti señalado por manos a petición del VAR. A partir de ahí, fue un monólogo ya no del City, sino de Haaland.
Henrichs saltó en el área para despejar un centro y Rodri, justo a su espalda, cabeceó hacia su brazo. El balón rozó ligeramente, pero Hernández Hernández no dio opción. Pese a que pasó desapercibido por todos en el campo, que reclamó al árbitro para ir a ver la acción.
Haaland transformaba desde el punto de penalti, desatascando un encuentro que les estaba costando más de lo esperado. Y se desató tras el gol. Un minuto después hacía el segundo, poniendo más cuesta arriba si cabía el partido a los alemanes. En el descuento de la primera mitad, hacía el tercero.
Tras el descanso, se colaba Gundogan en la fiesta, pero sólo por un momento. No se había llegado al 55′ cuando Haaland había vuelto a marcar por dos veces. Cinco goles del noruego, que igualaba el récord de goles en un partido de la máxima competición que compartían Leo Messi y Luiz Adriano. Amenazaba con superarlo, pero Guardiola dio entrada en su lugar a Julián Álvarez a media hora para el final.
Sin el noruego, la fiesta del Etihad decayó. Ya estaba todo resuelto con un contundente 6-0 que apuntaba a cerrar el partido y la eliminatoria, hasta que apareció De Bruyne en un innecesario descuento para certificar el siete al Leipzig. Los ingleses, liderados por un extraterrestre como Haaland, ya están en los cuartos.
