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Sarna y desnutrición: las vergüenzas de la mayor residencia de ancianos de Canarias

El Hospital Universitario Nuestra Señora de la Candelaria (HUNSC) asumió la gestión del centro de mayores Hogar Santa Rita II en enero a consecuencia de un brote de Covid que afectó a más de doscientos residentes en la mayor residencia de Canarias. La Fundación Hogar Santa Rita II es una estructura de cinco edificios con aproximadamente 600 residentes con plazas públicas y concertadas gestionadas en ambos casos de forma privada por la institución religiosa. Sanidad logró controlar un brote un mes más tarde. Canarias es la comunidad que menos inspeciones lleva a cabo en las residencias, tan solo superados por Extremadura.

“En Santa Rita se encontraron deficiencias de todo tipo, que, efectivamente, tendrá que evaluar la Fiscalía. Preocupa que cosas de esta naturaleza pervivan en pleno Siglo XXI”, llegó a decir el Consejero de Sanidad del Gobierno de Canarias, Blas Trujillo. Hasta el momento no han tarscendido qué “deficiencias” se hallaron como resultado de la intervención sanitaria, pero la cadena Ser ha tenido acceso al contenido del informe y de las graves valoraciones realizadas entonces por los profesionales sanitarios: desde un brote de sarna hasta deshidratación en grandes dependientes.

El equipo médico del Hospital Universitario Nuestra Señora de la Candelaria detectó “lesiones cutáneas” en su intervención de la residencias. Tras el análisis dermatológico de las mismas se concluyó que además de Covid en la residencía había un brote de sarna (escabiosis). La sarna es contagiosa y el contagio se produce rápidamente por el contacto físico cercano, por lo que se aplicó el tratamiento médico para matar a los ácaros que causan la sarna y eliminan sus larvas de la piel de los residentes contagiados.

Además de la sarna, en el Hogar Santa Rita II se detectó un problema grave de desnutrición y deshidratación. El horario de las ingestas no era convencional, “en algunos casos pasaban hasta trece horas desde la cena (a las siete de la tarde) hasta el desayuno (a las seis de la mañana del día siguiente)”, se explica en el informe puesto en conocimiento de Fiscalía. En el caso de grandes dependientes que requieren asistencia para beber agua también se hallaron signos de deshidratación. Además, los residentes no ingerían dietas correctamente preparadas a sus necesidades ni existía en el centro un profesional de la nutrición.

Los problemas en el Hogar Santa Rita II no terminan con la intervención de Sanidad. La delegada sindical informó el 25 de junio al director gerente de la Fundación de “que se tiene conocimiento de numerosos casos de escabiosis entre usuarios del centro pero se ignora el número exacto de los que están afectados”. Según puede leerse en la misiva, “puede haber algunos trabajadores afectados y otros con tratamiento”, añade la carta. Además, la delegada sindical exige la remisión a la mutua colaboradora de la seguridad social, “no admitiéndose que se recomiende por parte de la empresa el inicio de una pauta de tratamiento sin un seguimiento médico competente”, concluye.

El servicio de inspección de Políticas Sociales es el que evalua la calidad asistencial del centro y es absolutamente deficiente, porque es imposible testar la calidad de las más de cien residencias que hay en Canarias con tan solo cinco personas. Estas personas evalúan cosas tan sensibles como la higiene o los registros de caídas de las personas mayores y dependientes ingresadas en esas residencias.

Las condiciones higiénico sanitarias son revistadas por inspectores de Sanidad que también son insuficientes, aunque mucho más numerosos: 125 para toda Canarias.

(SER)