Inicio Actualidad ¿Se han disparado realmente las violaciones grupales? Sensacionalismo vs. realidad

¿Se han disparado realmente las violaciones grupales? Sensacionalismo vs. realidad

«¿Qué está pasando? ¿Qué os está pasando a los hombres que estamos retrocediendo a esta cultura de la violación que creíamos desterrada?», espetó este martes ante todas las televisiones la delegada del Gobierno de Pedro Sánchez en la Comunidad Valenciana. Su mensaje se producía al calor de las numerosas noticias que, en las últimas semanas, se han ido publicado sobre presuntas violaciones grupales, dos de ellas, en los municipios valencianos de Burjasot y Villarreal.

Al margen de que todos estos casos se encuentran en plena investigación -y de que algunos plantean ciertas dudas, como el denunciado recientemente en Málaga-, la inmensa mayoría de los medios de comunicación se afanan en hablar del aumento de este tipo de agresiones sexuales.

«Alerta por el aumento de las violaciones grupales», sentenciaba este martes Antena 3. «Alerta por la violencia sexual en España», proclamaba el diario Público. «¿A qué se debe el repunte de las violaciones grupales y las agresiones sexuales entre menores?», se preguntaba la Cadena Ser en un destacado titular de su página web.

Sin estadísticas oficiales

Sin embargo, ninguno de estos medios aporta una sola fuente oficial que sustente tal afirmación, y no lo hacen simple y llanamente porque no existe ninguna estadística oficial al respecto. El Ministerio del Interior no recoge en sus balances los casos de violaciones grupales de forma específica y el único informe relacionado con este tipo de agresiones -incluido en una investigación de 2019 sobre agresores sexuales con víctima desconocida– se centra exclusivamente en dibujar un perfil de los mismos: más jóvenes que los agresores individuales (25 años vs. 33) y en un 69% de los casos, extranjeros.

Entre los firmantes de dicho informe, se encuentra precisamente la experta a la que estos días recurren televisiones, radios y periódicos: Metitxell Pérez Ramírez, profesora de la Universidad de Comillas, investigadora y secretaria general de la Fundación para la Investigación Aplicada en Delincuencia y Seguridad (Fiadys).

Sus declaraciones sobre cómo el temprano y excesivo consumo del porno puede empujar a los jóvenes a cometer este tipo de violaciones en grupo están al alcance de cualquiera que busque una noticia sobre el tema en Google. No en vano, la izquierda mediática y política -el último ejemplo es de la delegada del Gobierno en Valencia- ya está usando este argumento para justificar la imposición de la educación sexual en los colegios desde la etapa de Infantil.

Lo que esconden los medios

Sin embargo, nadie repara en lo primero y más importante que ha dicho esta experta: «Las agresiones sexuales en grupo son un porcentaje muy pequeño de la delincuencia sexual. No hay datos oficiales que muestren ese supuesto incremento«. Tal afirmación fue colgada en su cuenta de Twitter el pasado 20 de mayo, ante el clima que ya entonces se estaba generando ante las últimas noticias relacionadas con supuestas violaciones grupales.

Esas mismas palabras, no obstante, fueron las que pronunció en noviembre de 2019, cuando, tras la sentencia del polémico caso de La Manada, se empezó a hablar de este asunto. «Estamos viendo un fenómeno de mayor visibilización a raíz de una serie de casos que han sido mediáticos y han aparecido en prensa, pero eso no quiere decir que haya aumentado, sino que se han visibilizado para la sociedad», advirtió entonces la experta. Y eso mismo podría estar sucediendo en estos momentos.

Fuentes de dudosa credibilidad

En todo caso, lo que parece evidente es que no se pueden sacar conclusiones sin datos oficiales sobre la mesa, ya que, hasta ahora, los únicos que han aportado medios y políticos han sido recuentos personales de presuntas violaciones grupales que ni siquiera han sido juzgadas o cifras aportadas por entidades que carecen de medios para corroborar que los datos que manejan son un reflejo de la realidad.

No en vano, la fuente más citada estos días por los medios de izquierdas es GeoViolenciaSexual.com, una página web que se define a sí misma como un «portal de información sobre violencia sexual con perspectiva feminista» y que dice haber documentado 274 agresiones sexuales y violaciones múltiples entre los años 2016 y 2021.

Otros recurren a la Fundación ANAR, de Ayuda a Niños y Adolescentes en Riesgo, para denunciar que las violaciones grupales se han disparado de un 2,1% en 2008 a un 10,5%. Sin embargo, esconden que lo que sus datos reflejan no son los casos reales, sino las denuncias que ellos reciben y que se pueden haber incrementado por factores muy diversos, entre ellos, la propia visibilización de este fenómeno.