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Semana difícil para Sánchez por la confusión con las vacunas y el fin del estado de alarma

Más forzado por la obligación de tener que rendir cuentas cada dos meses de la gestión de la pandemia que por la deferencia personal de querer aclarar a la ciudadanía el caos provocado por la confusión generada desde el propio Gobierno a cuenta de la idoneidad o no de la vacunación con la dosis de AstraZeneca, el presidente Pedro Sánchez afronta una comparecencia complicada este miércoles en el Congreso toda vez, además, de que su anuncio de no alargar el estado de alarma más allá del 9 de mayo ha provocado numerosas críticas desde las comunidades autónomas, que se ven en la más absoluta indefensión jurídica a la hora de aplicar futuras medidas de restricción por la pandemia.

Sánchez, tras anunciar un plan vacunar a finales de agosto a 33 millones de españoles, tendrá que explicar cómo cumple este objetivo si se sigue dudando y restringiendo el uso de las dosis de AstraZeneka.

La ministra de Sanidad, Carolina Darias, insistía este sábado en pedir a la población «máxima confianza» en las vacunas: «Todas las vacunas son seguras y eficaces y cuentan con el aval de la Agencia Europea del Medicamento». Pero, al mismo tiempo, los cambios de planificación en la estrategia nacional por la decisión de limitar la administración de AstraZeneca en los menores de 60 años ha generado el sentimiento contrario y unos porcentajes nada desdeñables de ciudadanos han rechazado que les administren este suero británico.

Así, las cosas, el presidente irá al Congreso con toda la oposición en contra tras acusarle de marear a la población con los cambios de decisiones en la vacunación, pero también con el asunto, tampoco fácil, del fin del estado de alarma, que revocará aspectos tan sensibles para la población como las restricciones de circulación y libertad de movimientos con los toques de queda nocturnos y los cierres perimetrales.

Especialmente crítico ja sido el presidente del PP, Pablo Casado, que ha acusado a Sánchez de “jugar con la esperanza de la gente» y, no menos doloroso, que se haya marchado de España, de gira africana, en medio del «carajal» suscitado con la vacuna AstraZeneca.

Además, el líder de los populares ha pedido a Sánchez una conferencia de presidentes para que el Gobierno explique cómo pretende controlar la pandemia sin el estado de alarma y qué va a pasar a partir del 9 de mayo cuando no haya marco legal para actuar contra la covid. Casado le ha vuelto a ofrecer sentarse a negociar un plan B jurídico que ya le presentó hace meses y que puede ser crucial ahora en mayo.

l presidente andaluz, Juanma Moreno, ha lamentado que se pierda un «instrumento poderoso» en el control de los contagios.

En Cs han cuestionado la decisión de no continuar con el estado de alarma y en el PNV, socio del Ejecutivo, ve «precipitado» que Sánchez tome cualquier decisión al respecto «sin saber los números de mayo» sobre la pandemia.

Tampoco será fácil para el presidente del Gobierno presentar el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia que será enviado a Bruselas y con el que explicará las reformas comprometidas (laboral o pensiones.) que se financiarán con los 140.000 millones de euros de los fondos europeos que España recibirá en los próximos seis años.