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Todo un éxito que sorprende a todos: ‘Medjugorje’, la película española más recaudadora por pantalla

«Estar en el puesto 17 de recaudación ya me habría parecido la pera», explica Jesús García Colomer, director de Medjugorje, la película. Nos atiende por teléfono en espera de que se complete la primera semana en cartel de su documental, que ha sorprendido a propios y extraños manteniéndose entre las 10 películas más taquilleras desde el pasado lunes, según datos de Comscore, superando a títulos como La patrulla canina o, irónicamente, Benedetta, de Paul Verhoeven.

En su primer fin de semana el documental quedó en una modesta 14ª plaza en taquilla, más cercana a lo previsto por su director, pero con un dato: fue la película española más recaudadora por pantalla (1057 euros en 51 pantallas) y por cine (1253 en 43 cines), superando a Maixabel, Mediterráneo o A todo tren. Destino Asturias y rentabilizando al máximo su distribución, alcanzando un total 53.894 euros y 7.865 espectadores (también la media más alta de un título nacional, 183 por sala), siempre según datos del Ministerio de Cultura.

Es previsible que cuando se tengan datos consolidados de esta semana, esas cifras puedan mejorar -el propio director nos adelantan que pasarán de 51 a 70 pantallas a partir de este mismo viernes-, aunque el fin de semana puede ser la debilidad de esta cinta frente a los títulos grandes y estrenos como Madres paralelas, de Pedro Almodóvar. El cineasta admite que «cada vez que veo los datos creo que están mal».

La cinta sobre las presuntas apariciones marianas en el municipio bosnio de Medjurgoje, de las que se cumplen ahora 40 años, pone sobre la mesa de nuevo la salud comercial del cine religioso en España, normalmente fuera del radar por su distribución. García Colomer cree que se trata de la prueba «de que hay mucha gente a la que le interesa este tipo de cine pero se hace muy poco. Mucha demanda y poca oferta: en cuanto algún ‘pirao’ como nosotros hace algo, van a verlo. Y no solo creyentes, eso es como pensar que el cine bélico es solo para militares».

Este año y medio de pandemia, con restricciones de aforo, decenas de salas cerradas y retrasos constantes de estrenos, ha dado para números poco habituales, en los que documentales con escasa distribución conseguían colarse entre las más películas más vistas en determinados fines de semana. Lo sorprendente de Medjugorje, la película es que lo ha hecho precisamente en uno de los primeros fines de semana de retorno a la normalidad, cuando aterrizaban estrenos de blockbuster largamente pospuestos como la última entrega de las aventuras de James Bond o títulos nacionales de prestigio como Mediterráneo.

El cine religioso en España ha aguantado bastante bien el tirón de la pandemia, con documentales como Vivo o Amanece en Calcuta -esta última con la que Medjugorje, la película comparte distribuidora, European Dreams Factory- manteniéndose entre lo más rentable de 2021 y alcanzando la primera los 234.014 euros y la segunda los 130.203, números accesibles ahora mismo para la película de García Colomer. Estrenada a finales de septiembre, Claret, en este caso ficción, acumulaba unos aceptables 34.246 euros y 6.316 espectadores pese a pasar de 39 a 26 salas en una semana.

García Colomer matiza su propio éxito recordando que el caso de Medjugorje «es un documental sobre algo que está ocurriendo, que está de actualidad, lo que ayuda a generar curiosidad, e incluso hace poco Tamara Falcó lo puso en el foco al visitarlo». Aunque insiste en la viabilidad comercial del género: «Se tiene al cine religioso por nicho, cuesta financiarlo incluso por parte de la propia Iglesia católica porque nadie cree en el producto. Pero de todos estos documentales, ninguno ha sido un pinchazo. Son películas que se financian con tan poco que mínimo siempre equilibran gastos e ingresos».

El director, que también tiene en su haber Hospitalarios, las manos de la virgen, un libro dedicado a entrevista a monjas de clausula –¿Qué hace una chica como tú en sitio como este?– y otro dedicado también a Medjugorje, cree que el nicho del cine religioso en España «es, en realidad, un cráter. En la Transición se dejó de hacer porque el público estaba cansado del nacional-catolicismo y la propaganda, pero han pasado 40 años y se hacen cosas desde otro enfoque. Yo nací en 1977, me crie en la democracia, mi generación tiene otra sensibilidad para tratar la fe».

Un punto de inflexión, el del cine religioso contemporáneo en España, que sitúa en el documental La última cima, de Juan Manuel Cotelo, estrenado en 2010. «Parece que ni productoras, ni distribuidoras se creen el producto, pero estos 10 años se ha visto que existía un público que va más allá de la gente creyente. En mi caso concreto quiero hacer divulgación, no documentales para los peces de la pecera ni propaganda. Son tópicos que hay que derribar», concluye.

García Colomer se felicita por los números actuales y espera que ayuden a poder financiar con más facilidad futuros proyectos. Para rodar Medjugorje, la película afirma que «hemos ido a la guerra con pistolas de agua». Ahora queda por ver cómo el boca a boca, que es la promoción que entienden que está funcionando para el documental, permite o no que el incremento de salas proporcione una nueva sorpresa en taquilla. El 16 de octubre, además, llegará la presunta «competencia»: Fátima. La película, la coproducción luso-estadounidense con nombres como Harvey Keitel en el reparto. Que Dios nos pille confesados.