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Un millar de estudios confirman que las vacunas son peligrosas, mientras los funcionarios públicos dicen lo contrario

Aquí un enlace que tiene más de 1.000 estudios publicados en revistas médicas revisadas y que documentan los riesgos de las vacunas COVID.

Si alguien intenta persuadirte de que las vacunas son ‘seguras y efectivas’, pregúntale si ha leído alguno de los estudios registrados en el enlace de arriba y que te explique por qué no deberías preocuparte…

Más de mil estudios científicos demuestran que las vacunas Covid-19 son peligrosas y todos los que impulsan esta agenda están cometiendo un delito grave en la función pública.

A poco más de 12 meses del despliegue de la vacuna experimental de uso de emergencia COVID 19, hay miles de estudios científicos y/o informes que confirman las denuncias penales presentadas ante las fuerzas policiales de todo el país por agresión y asesinato tras el uso ilegal e ilícito de venenos bioquímicos en una población británica desprevenida. La ciencia anuncia de manera irrefutable que la vacuna COVID 19 no es segura ni eficaz para limitar la transmisión o la infección de los patógenos del SARS COV 2, VIRUS CORONA.

La falsa propaganda de que la vacuna es “segura y eficaz” emitida por personas que ocupan cargos públicos es una clara violación del deber. El titular de un cargo público debe estar sujeto y debe estar consciente de la obligación de prevenir la muerte o las lesiones graves sobre la población. Sin embargo, incumplen esa obligación, y al hacerlo no tienen en cuenta las consecuencias de los efectos adversos producto de las inyecciones de COVID 19, como la coagulación de la sangre, la miocarditis, la pericarditis, la trombosis, la trombocitopenia, la anafilaxia, la parálisis de Bell, el Guillain-Barré, el cáncer, incluyendo muertes, etc.

Todo ello se confirma en los siguientes datos científicos y gubernamentales recogidos por la agencia de salud y seguridad del Reino Unido sobre los daños por la vacuna COVID 19.

El término vacuna fue cambiado recientemente para incorporar este experimento médico ilegal, ilícito con el propósito de facilitar una tecnología de ARNm, lo cual demuestra que no es una vacuna, porque contiene nano-metamateriales biológicamente tóxicos asociados con la capacidad de recopilación de datos de radar urbano 5G.

Las nanopartículas metálicas son conocidas en la ciencia por ser genotóxicas, un veneno que también puede causar la esterilización. Ya se conocen los peligros que esta batería médica supone para las víctimas a corto plazo.

Los documentos de inteligencia de defensa sobre la despoblación de 2017 muestran el asesinato planificado de más de 55 millones en todo el Reino Unido y ahora podemos confirmar el uso de esta arma bioquímica para 2025 y son realmente impactantes.

La Agencia Reguladora de Medicamentos y Productos Sanitarios (MHRA) había advertido previamente del gran número de reacciones adversas que se esperaban antes del despliegue, lo que confirma la naturaleza premeditada del crimen y los delitos de conducta pública de aquel entonces y ahora.

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