Barcelona, 04 de diciembre de 2020 (18:04 CET)
El murciélago puede convertirse en una pesadilla vírica para la humanidad. Estos animales actúan de reservorio otros coronavirus emparentados con el SARS-CoV-2 que tiene capacidad para pasar a los humanos por un proceso de zoonosis. Ejemplares de esta especie en regiones fronterizas del sur y suroeste de China cuentan con estos virus.
La doctora Shi Zhengli, del Instituto de Virología de Wuhan, advirtió de que estos virus es posible que estén circulando por la naturaleza del conjunto del planeta: “No solo deberíamos buscarlos en China, sino también en los países del sur de Asia”. La investigadora, apodada como Mujer Murciélgo por sus investigaciones en estos mamíferos, lo expresó en un seminario web organizado por las académicas médicas y veterinarias de Francia.
Varias teorías sobre el origen de la Covid-19 en humanos
Según ha publicado The Guardian, Estados Unidos y China se acusan de ser los causantes de la pandemia dentro del contexto de una feroz guerra comercial. No son los únicos señalados como posibles fuentes, puesto que otros países como la India también han sido señalados como focos.
El laboratorio de Shi también ha sido acusado de ser la fuente de una fuga viral accidental a principios de año, aunque la acusación se hecho sin ninguna evidencia que respalde la acusación y que Shi ha negado enérgicamente. La investigadora pide que se investigue a China, pero que se vaya más allá.
La viróloga sugiere que el virus se transmitió por zoonosis, aunque no llegó directamente a los humanos. Shi ha especulado sobre un animal intermedio, un eslabón perdido médico, que sería el causante de haber transmitido la enfermedad a los humanos y habría desencadenado la pandemia global de Covid-19.
El virus podría circular por Europa desde 2019
La idea de que el virus podría tener un origen distinto al de China se han sucedido en las últimas semanas. Una investigación ha sugerido que el coronavirus podría estar circulando desde el pasado septiembre de 2019. El sorprendente hallazgo podría poner en cuestión que, pese a que los primeros enfermos se detectaron en Wuhan, este fuera el origen del virus.
El análisis del científico en primavera se basó en los primeros datos disponibles del genoma del virus desde diciembre de 2019 hasta marzo de 2020. Forster y su equipo creó una suerte de árbol genealógico de la Covid-19 e identificaron tres cepas diferentes, a las que llamaron A, B y C.
Con el estudio, los investigadores pretendían saber cuál era la más antigua para averiguar el lugar geográfico de nacimiento del virus, puesto que las tres variantes estaban presentes en China. No así en otras partes del mundo, puesto que la cepa A se detectó rápidamente en pacientes de EEUU y Australia. El tipo C lo hizo en Singapur, Japón y Taiwán: «También había un italiano entre los infectados, obviamente un turista».
«La mayoría de las muestras pertenecían a la variante B, particularmente común en Wuhan, China», explicó el genetista. Esa zona es la que la comunidad científica considera como escenario más probable de la mutación del virus que, desde entonces, se ha dado a conocer como el origen de esta pandemia de alcance mundial. Pero la B no es la más antigua, lo que sugeriría que el virus podría tener otro origen.
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