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Vox aprovecha la salida de Olona para promocionar nuevos rostros del grupo parlamentario

Una vez que se ha asumido la permanencia de Macarena Olona en Andalucía, tal y como prometió durante toda la campaña, el grupo parlamentario de Vox afronta una importante reorganización interna para llenar el profundo hueco que deja la diputada.

La salida de Olona coloca al partido ante la difícil tarea de encontrar diputados que combinen una sólida formación técnica con una gran capacidad de trabajo y que sepan desenvolverse en público para interpelar a los ministros, además de con la prensa.

Después de repartir los cargos que ocupaba la diputada entre José María Figaredo, como secretario general, e Inés Cañizares como portavoz adjunta, el partido aprovechará el foco mediático que le brinda el Congreso de los Diputados para promocionar nuevos rostros con la vista puesta, también, en las próximas convocatorias electorales. El propio presidente de Vox, Santiago Abascal, dijo en esRadio que el Parlamento será una buena «cantera» para las candidaturas.

Turno rotatorio de intervenciones

Fuentes de Vox confirman que, al menos de momento, se ha optado por un turno rotatorio de intervenciones entre los diputados durante las sesiones de control al Gobierno -momento de la vida parlamentaria que más centra la atención de los medios- en las escasas semanas que restan hasta que concluya el período de sesiones.

Una decisión que podría mantenerse más allá de septiembre para repartir juego y exhibir nuevas caras que puedan adquirir experiencia parlamentaria añadida a la actividad que han venido desempeñando, repartida entre la defensa de propuestas legislativas, comisiones o gestiones internas del día a día en los tres años de vida que cumple ya el grupo.

Si en la primera semana que no estuvo Macarena Olona la encargada de sustituirla fue Inés Cañizares, preguntando en sesión de control a la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ayer lo hizo en su lugar José María Figaredo. Lo habitual es que después del portavoz parlamentario, Iván Espinosa, y de la entonces secretaria general, Macarena Olona, tomara la palabra Ignacio Gil Lázaro pero ayer asumió esta tarea la portavoz del partido, Patricia Rueda, que interpeló a la ministra de Industria, Reyes Maroto.

Las interpelaciones urgentes a miembros del Gobierno celebradas con posterioridad a la sesión de control permiten mayor dinamismo y, hasta ahora, han corrido a cargo varias veces del secretario general, Javier Ortega Smith, o de diputados como Rocío de Meer o Carla Toscano, además de la propia Olona. Ayer se pudo ver también a Mireia Borrás cuestionando a la ministra de Transición Energética, Teresa Ribera.

Un cambio en la dinámica del grupo que Vox aprovechará para repartir protagonismo entre sus diputados e intentar convertir en oportunidad el difícil trago que ha sido digerir la salida de una de sus figuras políticas más destacadas y que ahora se centrará en hacer oposición al gobierno del PP de Juanma Moreno en Andalucía.