Inicio Actualidad Vox estrena estrategia en mayo: priorizará sus propuestas locales al discurso nacional

Vox estrena estrategia en mayo: priorizará sus propuestas locales al discurso nacional

Vox afronta las elecciones municipales y autonómicas del mes de mayo como un examen en varios sentidos. Por un lado, servirán para conocer hasta qué punto su implantación territorial es efectiva y, por otro, si el partido goza o no de buena salud tras sufrir su primera crisis interna por el fiasco de Andalucía.

Hasta ahora los esfuerzos de sus dirigentes se han centrado en articular un mismo discurso nacional que dé respuesta a los principales problemas del país. Pieza fundamental para lograrlo ha sido el núcleo de poder que rodea a Santiago Abascal y que actúa en coordinación con el grupo parlamentario surgido tras las elecciones del 10-N de 2019.

Se trata de un trabajo ingente que dejó en segundo plano la configuración de una estructura territorial fuerte, como demuestra la remodelación de la Ejecutiva que se produjo el pasado mes de octubre para sofocar los incendios declarados en diferentes territorios.

Fortalecer la estructura territorial

En esa tarea volcarán ahora gran parte de su labor para afrontar una segunda etapa de crecimiento en la que el que aspiran a ensanchar su base, ganar peso institucional entrando en gobiernos y afianzar al electorado que les ha estado acompañado los últimos tres años. Por ello, en las elecciones de mayo pondrán en práctica nuevas estrategias que pasan por otorgar mayor peso a las propuestas locales frente a su habitual discurso nacional, a diferencia de lo ocurrido hasta ahora.

Sin renunciar a combatir la ideología de género o la Memoria Democrática, el partido priorizará la denuncia de los problemas que afronta cada territorio para dar suficientes herramientas a los candidatos de Vox que, hasta ahora, debían hacer malabares para sortear la permanente crítica de sus adversarios políticos, quienes les achacaban falta de soluciones para afrontar el día a día de los ciudadanos.

El partido considera además un error el planteamiento hecho por otros partidos presentando la cita como una primera vuelta de las generales. Creen arriesgado enfocarlo como un examen a Pedro Sánchez y sus políticas ya que, a nivel municipal, e incluso autonómico, prima más la gestión personal que el desgaste que puedan sufrir el presidente del Gobierno o la marca PSOE.

No son unas nacionales

Si la derecha no logra una victoria aplastante podría provocar desafección entre el electorado de cara a las generales, de ahí su empeño por marcar distancias. A esto se suma que Vox se esforzará por comparar resultados con las autonómicas y municipales de 2019, cuando apenas lograron un 3% de apoyo, en lugar de hacerlo con las generales del 10-N, cuando sumaron un 15% del voto. Para evitar frustraciones generadas por las altas expectativas, en el partido deslizan que superar el 5% de votos ya sería todo un logro puesto que supone doblar resultados.

Fuentes de Vox aseguran que en mayo demostrarán que son capaces de articular un discurso a pie de calle para que los vecinos vean en el partido una oferta atractiva que no sólo se centre en denunciar los grandes problemas de España. Esta es una de las lecciones aprendidas tras las elecciones andaluzas, cuando se achacó al partido un excesivo empeño por presentarlas como unas nacionales, olvidando con ello dar respuesta a cuestiones propias de la comunidad.

Aunque el partido dejó para Santiago Abascal la defensa de la marca nacional y para la candidata, Macarena Olona, los asuntos regionales, sus propuestas locales no calaron y quedaron eclipsadas por diferentes polémicas. Esto es algo que pretenden evitar en mayo.

Mayor protagonismo de los candidatos

Ante la imposibilidad de que Abascal pueda asumir el peso de la campaña por tratarse de un macroproceso electoral, se dará mayor protagonismo a los candidatos pero sin caer en personalismos, de ahí que la mayoría sean desconocidos. La fórmula aplicada en Castilla y León se ha acabado imponiendo a la de Andalucía después de los resultados electorales.

Algunos candidatos no han tardado ni un minuto en poner en práctica la nueva consigna y allí donde el resto de partidos esperaban escuchar discursos centrados en acabar con las leyes ideológicas de la izquierda, los portavoces de Vox han comenzado a hablar de problemas particulares como puede ser la protección del patrimonio cultural de cada territorio, los espacios naturales o los desarrollos urbanísticos. La cita confirmará si la nueva estrategia acaba calando entre los electores.