Inicio Argentina A la deriva y humillada en el Mundial

A la deriva y humillada en el Mundial

Argentina cayó sin atenuantes ante Croacia por 3 a 0, un resultado que golpeó fuerte en el ánimo de la Patria futbolera argentina. Un pie y medio afuera del Mundial, con apenas dos partidos jugados. Los hinchas, los que se ponen la camiseta sólo en este tipo de competencias, están sorprendidos. Los demás, los que siguen a diario el rumbo de la Selección, no pueden decir lo mismo.

Argentina hace rato que se viene equivocando. Tras la salida de Alejandro Sabella pasaron técnicos como Gerardo Martino, Edgardo Bauza y ahora Jorge Sampaoli. Nada en común entre ellos y todos ciclos que se terminaron antes de tiempo. De negro a blanco y de blanco a negro. Nunca hubo un proyecto futbolístico más allá de “darle la pelota a Messi”, “rodearlo bien” y “mantener una base de jugadores”. En cuatro años no se evolucionó. Peor: se retrocedió conceptualmente respecto a las potencias mundiales. Mientras todas las selecciones se perfeccionaron en la pelota parada y planificaron su preparación física, Argentina se repartió entre días libres, reuniones intrascendentes del técnico y los jugadores, amistosos suspendidos y una lista que dejó más dudas que otra cosa. ¿Algo debía salir bien en Rusia?

Si hace años que los seleccionados juveniles son una moneda al aire y un mes antes de los Juegos Olímpicos de Brasil 2016 la AFA designó a Jorge Olarticoeachea (entrenador del seleccionado femenino) para la Selección ¿por qué debe salir bien este proceso con Jorge Sampaoli?

Argentina fue superada tácticamente por las bandas y en el medio

¿Por qué debería irle bien a una Selección que está envuelta en rumores? Que Becaccece está peleado con los referentes, que Messi le armó la lista a Sampaoli y que Chiqui Tapia no lo quiere al técnico. No hay chance que las cosas salgan bien, más allá de que el martes se produzca el milagro, la Selección se clasifique a octavos y esta carnicería periodística se convierta en un viaje a Disney.

DERROTA TÁCTICA Y ERROR GROSERO DEL ARQUERO

El partido arrancó mal y terminó peor. A los 5 minutos se durmieron Eduardo Salvio y Gabriel Mercado. Lo perdieron a Iván Perisic y el delantero casi llega el primer gol. Le costó a la Argentina el arranque porque fallaron los laterales volantes y porque Lionel Messi no agarró la pelota.

Pero de a poco, con la presión de Javier Mascherano en el medio y las ganas de Marcos Acuña, el equipo fue llegando al arco rival. Hasta que Enzo Pérez desperdició -con el arco vacío y rematando de zurda contra el palo derecho- una oportunidad increíble.

El segundo tiempo estaba planteado como un partido de ida y vuelta, pero siempre con la impresión de que el gol no iba llegar por tener la pelota sino por un error, una pelota parada o un remate desde afuera del área.

Entonces a los 8 minutos Willy Caballero se mandó la macana más grande de la Selección en los últimos años. Después de amagar una, dos y tres veces anteriormente, se equivocó en la entrega de la pelota: se la cedió a Recic, que le reventó el arco.

A pesar que faltaban más de 35 minutos para el final, ese gol derrumbó anímicamente a un equipo frágil, tibio, sin líder ni conductor adentro y afuera de la cancha.

Entró Higuaín y salió Agüero. Insólito. Después ingresaron Pavón y Dybala. Nadie cambió la imagen patética y perdida de un equipo, que sufrió más que nunca a tristeza de Messi.

A falta de 10 minutos y cuando algún optimista pensaba en el empate, llegó el golazo de Modric desde afuera del área y en tiempo de descuento el 3-0 de Iván Rakitic, tras un toqueteo humillante dentro del área.

Perdió Argentina y estuvo bien. Previsible. Fue una derrota que lo dejó contra las cuerdas. Depende de un milagro y medio para avanzar a octavos, pero ya nadie podrá disimular el fracaso del proyecto, el final de ciclo de varios jugadores y el andar perdido de una Selección fantasma.