Inicio Argentina A la Selección no le alcanzó para ir más allá del empate

A la Selección no le alcanzó para ir más allá del empate

A la Selección nacional no le alcanzó anoche con un buen comienzo, acompañado por una serie de tres asistencias de Lionel Messi a Joaquín Correa, para sacar ventaja sobre el combativo Paraguay, que se repuso a partir de la media hora y terminó jugando el segundo tiempo en igualdad de condiciones.

No apareció un jugador desequilibrante esta vez en Argentina, porque a Messi le faltó la precisión que lo caracteriza y Correa no estuvo iluminado al definir, así que el encuentro de anoche en el estadio Defensores del Chaco, en Asunción, finalizó en un empate sin anotaciones que no terminó de colmar las expectativas.

El punto cosechado, sin embargo, alimentó la cosecha del conjunto albiceleste que sin conocer la derrota transita el camino de las Eliminatorias Sudamericanas que conduce al Mundial 2022 que organizará Qatar. Y a propósito de la formación argentina: con este empate 0-0 extendió su invicto a 23 presentaciones sin derrotas.

Para el campeón de la pasada Copa América, la triple fecha de Eliminatorias continuará el domingo contra Uruguay y el jueves siguiente frente a Perú, en ambas oportunidades en Buenos Aires.

El equipo argentino se confirmó con un par de sorpresas, porque a pesar de lo manifestado por Lionel Scaloni en la conferencia previa antes de salir de Buenos Aires, no fueron titulares Lautaro Martínez ni Gonzalo Montiel, siendo reemplazados por Joaquín Correa y Gonzalo Montiel.

La ausencia del atacante del Inter de Italia fue consecuencia de una “carga muscular”; mientras que el desplazamiento del ex marcador lateral de River tuvo que ver con “razones tácticas”.

Llamó la atención además que hayan quedado al margen, sin ocupar un lugar en el banco de los suplentes, Esteban Andrada, Ángel Correa, Nicolás Domínguez, Facundo Medina, Juan Foyth y Lisandro Martínez.

En definitiva, contra Paraguay terminó jugando la base del seleccionado que ganó la Copa América en Brasil, no el equipo completo como lo había dado a entender Scaloni en la preparación y en el marco de las declaraciones previas.

La permisidad del árbitro favoreció al equipo “guaraní”, que cortó mucho sin recibir tarjetas

A pesar de lo referido, la postura fue similar a la adoptada en las presentaciones anteriores, y un pase filtrado de Di María para Correa lo certificó dejando sin posibilidades a una defensa que se armó a partir de una última línea de cinco.

La presión ejercida por el conjunto paraguayo fue intensa, y comenzó en la salida de Argentina, pero… Imposible cubrir todos los sectores, y menos evitar que Messi fuera el eje de un partido que se caracterizó por la dinámica.

Arzamendia contestó a través de un remate desde lejos que Emiliano Martínez sacó al córner, hubo un reclamo por supuesta mano de Cristian Romero dentro del área, que el árbitro, con ayuda del VAR, dejó pasar, y a la vuelta doble encuentro de Messi-Correa, que no terminaron en gol por Antony Silva, primero, y por Alderete, que tapó sobre la línea la entrada final de Di María, en la siguiente.

La estrategia de Paraguay logró frenar el despliegue de los argentinos sobre la media hora. Su juego táctico frenó la velocidad de la pelota, y más allá de los arranques de Messi, uno de los cuales empezó con el “10” recuperando la pelota prácticamente como un marcador central, el partido se igualó para abajo.

A esta altura de la noche, Almirón ganó protagonismo por la izquierda, juntándose con Ángel Correa, y aunque sus movimientos no pasaron a mayores, quedó en evidencia que para el técnico, Nahuel Molina estaba en mejores condiciones que Montiel, al menos desde el aspecto físico, para atender este tipo de acontecimientos.

Argentina recuperó el protagonismo ni bien la pelota comenzó a rodar en la etapa complementaria, aunque en un marco diferente, ya que Paraguay dejó de las persecuciones del primer tiempo para apretarse en su terreno y salir rápido de contra.

Una llegada de De Paul por la derecha, cruzando un centro bajo que pasó delante del arco; una llegada de Almirón, que interrumpió Martínez y un cabezazo de Correa que se encontró, a poco de salir, con el cuerpo de Villasanti, fueron ataques a fondo que justificaron todo lo referido.

A esta altura de la noche, los dos equipos dejaban en claro que el empate no los conformaba. Por eso, con el final a la vista, y siendo altamente probable que un gol definía al ganador, saltearon la franja central para elaborar jugadas rápidas con mayores espacios en el caso de las favorables a la escuadra guaraní, en su mayoría encabezadas por Almirón.

Los cambios modificaron un tanto los esquemas en el tramo final, y por más que hubo un par de situaciones de alto riesgo sobre los arcos de Antony Silva y de Emiliano Martínez, en esas circunstancias aparecieron ellos, los arqueros, para dejar firme un empate que al menos mereció goles, por las buenas intenciones de ambos y los ataques a fondo que desarrollaron en un partido con público en las tribunas, en un mayor número de lo permitido.