“’Pata’ no sólo es el padre que me adoptó a los siete años. Es mi líder sindical, mi amigo, mi compañero”. Así define a su padrastro Agustín Medina, hijo de Fabiola García, uno de los protagonistas de la disputa familiar en la que se enfrenta a sus hermanastros, Cristian y Analía.
El joven fue detenido en septiembre pasado en el mismo operativo en el que se llevaron preso a su familia y a su esposa. Está acusado de controlar empresas de catering apuntadas por la Justicia por supuesto lavado de dinero. Desde diciembre está en libertad y, asegura, alejado de cualquier cuestión gremial.
Ayer brindó una entrevista a EL DIA, acompañado por su abogado César Albarracín, en la que cargó contra sus medio hermanos y contra Braian, hijo de Analía.
“Me siguen nombrando a mí y a mi madre, que está con una pulsera electrónica en la casa, como parte de la interna gremial de ellos. De nuestra parte no hay ninguna actividad ni política ni sindical”, dijo Agustín Medina.
Sobre el robo de la casa del domingo, afirmó: “Nosotros presentíamos que algo podía ocurrir, porque se difundió falsamente que mi padre era propietario de autos de lujo, que tenía cientos de millones de pesos, todas cosas que nunca se comprobaron. Cuando la gente escucha eso que se divulga por todos lados, se sabe que hay malvivientes que especulan”, aseguró Medina, quien cargó contra el juez Armella. “Nosotros contábamos con que el juzgado federal iba a garantizar cierta protección a mi padre, cosa que no pasó”.
En ese marco, apuntó contra el hijo de su media hermana Analía. “Hay una facción paralela del sindicato a cargo de Braian Medina que hace asambleas en 7 y 72. Ellos se reúnen a espaldas de la intervención con empresarios, que son los que después van y declarar contra mi padre. No sabemos si esas declaraciones están condicionadas por esos acuerdos. Yo me presenté en el Juzgado Federal de Quilmes y pedí que investiguen esto”, reveló.
“Braian encabeza una facción junto a delegados de 60 obras y tiene poder para condicionar a los empresarios y la intervención”.
En ese marco, reveló que su padre y Cristian, que comparten pabellón en el Penal de Ezeiza, “están peleados y hoy no se dirigen la palabra”.
Finalmente, vinculó la detención de su padre con “un accionar político y sindical”. “Hace tiempo nos venían advirtiendo que bajemos un 40 por ciento de lo que percibían los compañeros a nivel regional porque si no Pata iba a ir en cana. Lo charlamos entre nosotros”.
Y agregó: “El objetivo de ellos era llevarse puestos los acuerdos salariales que se habían firmado y ya lo lograron. Ahora le empezaron a descontar presentismo, cargas sociales y ganancias a los compañeros cuando el acuerdo que nosotros firmamos hablaba de valores de bolsillo, sin descuentos.
