Inicio Argentina Al grito de «el gobierno me debe plata» un hombre causó destrozos...

Al grito de «el gobierno me debe plata» un hombre causó destrozos en una oficina de 13 y 32

Momentos de tensión y nerviosismo se vivieron en las últimas horas en el Centro de Referencia de La Plata por la reacción que tuvo un hombre de unos 40 años que provocó destrozos y golpeó a funcionarios de dicha dependencia pública, al parecer tras recibir la noticia de que había sido rechazada su solicitud de un subsidio. 

El hecho tuvo lugar este mediodía en la oficina del Ministerio de Desarrollo Social de Nación que funciona en 13 entre 32 y 33.

Empleados de dicho organismo indicaron a eldia.com que el acusado del ataque se acercó al lugar para realizar un trámite y que de un momento a otro tuvo una reacción violenta con la que generó pánico y nerviosismo entre los presentes. 

A tal punto llegó el temor de los trabajadores que en las últimas horas decidieron en una asamblea llevar adelante una retención de tareas hasta tanto se tomen las medidas de seguridad necesarias para evitar este tipo de revueltas. 

Es que, según señalan los empleados, el evento que vivieron este miércoles está antecedido por una serie de episodios violentos que si bien han sido de menor intensidad mantienen en vilo a los trabajadores y generan un estado de alerta constante. 

Según explicaron, la atención se desarrollaba con normalidad hasta que de pronto el hombre comenzó a gritarle a uno de los trabajadores. Aparentemente, el implicado estalló de furia luego de que, días antes, un funcionario le comunicara que era imposible cumplir con su demanda.

Pero el enojo del sujeto no quedó sólo en palabras y gritos. Tras lanzar toda clase de agravios contra los empleados golpeó a dos funcionarias, pateó el mobiliario y terminó tirando al suelo algunas computadoras. 

«Al grito de ‘el gobierno me debe plata’, el hombre liberó toda la bronca que tenía acumulada» contó un funcionario que reveló al mismo tiempo que debieron permanecer escondidos por casi media hora en un habitáculo ante el temor de que les pudiera suceder algo. 

Indicó que en ese lapso, el sujeto se encargó de «romper todo mientras la gente que se encontraba en el lugar para hacer consultas escapaba». Destacó también que pese a que realizaron incontables llamados al 911, un comando de patrullas recién se hizo presente 40 minutos después. 

El hecho provocó una gran conmoción entre los presentes que, entre el desconcierto y el temor por una reacción aún más violenta por parte del sujeto, se preguntaban qué era lo que había desencadenado tal reacción. 

Finalmente tras varios minutos de tensión el individuo abandonó el lugar. Para ese entonces las personas que se hallaban allí se habían comunicado con la policía alertando sobre el hecho. Fue en ese marco que se logró detener al sujeto a las pocas cuadras.