El fiscal Eduardo Taiano había terminado de cenar el martes a las 23.30 y estaba conversando con su esposa. Lo interrumpió el sonido del celular que le avisaba que había un mensaje. Pensó que era el chat de WhatsApp de sus compañeros de fútbol. «Tan tarde», se extrañó.
Pero no eran ellos. Era un mensaje de texto donde le advertían al fiscal que investiga la muerte de Alberto Nisman que lo iban a matar, al igual que a su hijo, si seguía «jodiendo» con ese «ruso hijo de mil puta», en referencia al fiscal federal muerto. En el mensaje de texto apareció, a continuación de la amenaza, una imagen de un extraño texto en cursiva que parece decir la palabra «gracias» como si estuviera escrita con una pluma fuente.
Taiano es el fiscal federal que tiene delegada la investigación de la muerte del fiscal Nisman, quien apareció con un tiro en la cabeza en su departamento de la Torre Le Parc de Puerto Madero hace casi dos años, el 18 de enero de 2015.
«Dejate de joder con ese ruso hijo de mil puta. Te vamos a hacer mierda a vos y a Federico. Tienen los días contados. Gracias», decía el SMS recibido en el celular del fiscal, enviado desde un número de teléfono desconocido para el funcionario judicial.
Taiano recibió esta intimidación a las pocas horas de haber solicitado al juez federal Julián Ercolini que realizara un cruce de llamadas telefónicas entre los números que tenían asignados al momento de la muerte el entonces jefe del Ejército César Milani y funcionarios kirchneristas como el jefe de Gabinete Aníbal Fernández, la ministra de Seguridad Cecilia Rodríguez y el secretario del área Sergio Berni, entre otros.
Quiere determinar con quiénes se comunicaron antes, durante y después del hallazgo del cuerpo de Nisman.
La medida fue ordenada por Ercolini en una extensa resolución en la que, además, el magistrado pidió los legajos profesionales de la ex fiscal del caso Viviana Fein y del actual juez de instrucción en lo criminal Manuel de Campos, al hacer lugar a la denuncia de Taiano, que pedía investigar supuestas graves irregularidades cometidas por los investigadores en el lugar del hecho.
Taiano, tras recibir la denuncia, concurrió a la comisaría 17a, cerca de su casa, donde realizó la denuncia. Intervienen en la investigación del delito el juez federal Claudio Bonadio y el fiscal Carlos Rivolo, que mandaron a hacer un peritaje para determinar el origen de la llamada.
Aparece un número telefónico desde donde fue enviado el mensaje de texto, pero se corresponde con un chip descartable.
La Justicia reforzó la custodia del fiscal y de su familia. Taiano ya había sufrido en 2005 el secuestro de su hijo Federico en momentos en que el fiscal debía decidir sobre la apelación de una causa contra Néstor y Cristina Kirchner por sus bienes. Por eso tiene desde ese momento una custodia de la Prefectura Naval.
Ahora se agregó un efectivo de otra fuerza de seguridad y se estableció una consigna policial cerca de su domicilio de Barrio Norte.
