Prometieron y, en este caso por desgracia, cumplieron. Otra vez el Jardín de Infantes Nº977 de Melchor Romero fue blanco en las últimas horas del vandalismo, sumando un nuevo ataque, a tal punto que desde la comunidad educativa aseguran que «esta vez ya sí no quedó nada».
Durante la madrugada, otra vez ingresaron al establecimiento ubicado en 521 y 168 bis y provocaron destrozos en las instalaciones, desparramaron por el piso el material que los docentes utilizan para dar clases, volcaron pintura sobre una computadora y una estufa, tiraron cuanto encontraron en su camino y, tal como sucediera la última vez, defecaron en el mismo lugar donde los nenes asisten todos los días a clases.
En los últimos días el Jardín acumula varios episodios delictivos de este tipo. En los anteriores se robaron dinero de la cooperadora y algunos objetos como un equipo de música, pero esta vez fue con más saña, rompiendo por el simple hecho de romper.
En rigor, en el ataque anterior a éste, habían dejado escrito en uno de los pizarrones «Gato, la c… de tu madre, todos los días te vamos a robar». Y efectivamente lo hicieron, cumpliendo el temor que tenían en la comunidad educativa de que en función de los ataques que habían sufrido anteriormente y de las amenazas.