El intendente de La Bombonera, Fernando Jáuregui, advirtió hoy que el campo de juego de la cancha de Boca «está respondiendo bien» y confió en la realización de la primera final de la Copa Libertadores ante River Plate, prevista para las 17.
«Tuvimos un primer chaparrón muy fuerte a las 7 y a la hora el campo drenó muy bien; luego un segundo chaparrón a las 9 y volvió a suceder lo mismo. Boca ya comunicará la decisión por los canales formales, pero creo que no habrá inconveniente», declaró Juáregui, en TyC Sports, sobre la probabilidad de que el partido se juegue.
Una comitiva de la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol) recorrió esta mañana el campo de juego de La Bombonera que presentaba sectores con mucha agua acumulada, producto de la intensa lluvia que cayó alternadamente en la ciudad de Buenos Aires desde las primeras horas.
Los dirigentes de Boca se comunicaron telefónicamente a primera hora día con miembros de la Conmebol, que resolvió enviar algunos emisarios pasadas las 10 para comprobar el estado de la cancha.
El sector más inundado del campo era la franja más cercana a la zona de las plateas lindantes con la vía, no así la parte próxima a los palcos y las áreas, que mostraban un buen drenaje. Uno de los cancheros de Boca le admitió a Télam que «si cae toda el agua que fue pronosticada para hoy será imposible que la cancha esté en condiciones de jugar».
De todos modos, la Conmebol tiene resuelto hacer una nueva inspección al mediodía y minutos después podría haber una comunicación oficial respecto de la primera final que Boca y River deben jugar desde las 17 con arbitraje del chileno Roberto Tobar.
El último antecedente de un partido organizado por la Conmebol suspendido por lluvia en el país fue en noviembre de 2015 cuando Argentina y Brasil debían jugar por las Eliminatorias para Rusia 2018 un jueves y finalmente lo hicieron al día siguiente.
