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Boca pasó con un festival de goles

La ausencia del colombiano Wilmar Barrios, también ausente contra Gimnasia la noche del bicampeonato argentino, se instaló, y con polémica, en la previa del partido en el que Boca se jugó anoche, contra Alianza Lima, de Perú, la clasificación a octavos de final de la Copa Libertadores.

La salida del volante, por una “sobrecarga en el gemelo de la pierna derecha”, según el parte médico oficial, alcanzó como noticia, y especulaciones, casi el mismo nivel generado por el partido que a la misma hora, y con vinculación directa, iban a sostener en San Pablo, el puntero, ya clasificado, Palmeiras, de Brasil, con Junior, de Barranquilla, Colombia.

El “caso Barrios” generó dudas y enojo entre los dirigentes del club, quienes cuestionaron la presunta lesión. En ese sentido, el vicepresidente Rodolfo “Royco” Ferrari, manifestó su sorpresa por el hecho que “siempre le duela algo a último momento. Llama la atención”.

“Es la tercera vez que a Barrios le duele algo llegando al vestuario. En la semana no le duele nada. Quizás sea algo psicológico”, agregó el directivo Xeneize, mientras otras fuentes del club ligaban esta ausencia al interés del futbolista por llegar en óptimas condiciones al campeonato Mundial, por Colombia.

Por su lado, el ex dirigente Marcelo London apuntó su escepticismo respecto de la situación y dijo: “No quiero pensar raro de Barrios, pero ha entrenado toda la semana con normalidad. Estoy bastante sorprendido con algunas cosas que pasan. Boca es el que hace el esfuerzo para pagarle el sueldo”, resumió.

Esta desafectación de última hora determinó el ingreso de Edwin Cardona, también colombiano, quien a los 11 minutos invitó al primer grito de gol en la Bombonera tras una jugada que se desarrolló por la izquierda, luego se trasladó a la derecha, y finalizó por el medio del área.

Casi nada resistió Alianza Lima, el último del Grupo, que a los 19 minutos recibió el segundo golpe, tras un ataque comandado otra vez por Frank Fabra, quien esta vez en lugar de cruzar buscó el tiro al arco, acertando un pleno.

A esta altura de la noche, la atención principal se trasladó a Brasil, por lo que llegaba de Palmeiras contra Junior, que más que nunca determinaba el pasaje de Boca a octavos. El equipo no se prendió en esa, por lo que continuó atacando, y Ramón (“Wanchope”) Ábila, por duplicado, aumentó la distancia a cuatro goles en el final de lo que fue el primer tiempo.

Muy grande fue la distancia en el juego que separó a Boca y Alianza durante los primeros 45 minutos. Y si bien es cierto que la escuadra Xeneize mostró una estatura superior a la exhibida en las últimas presentaciones, y movió la pelota en ataque con una dinámica y precisión para destacar, enfrente apareció un rival con debilidades en todas las líneas.

El segundo tiempo fue más de lo mismo, y mientras todo el interés viajaba con destino a Brasil, donde a esta altura de la noche se definía el pasaje a octavos de final, Carlos Tevez aumentó a los 10 minutos una diferencia en el resultado de un partido con final más abierto que nunca.

El tercero de Palmeiras dejó a Junior sin chance de confirmar el segundo lugar en la clasificación, y con la fiesta garantizada, las tribunas cantaron por el título de bicampeón festejado hace pocos días, por la reaparición de Fernando Gago, en este caso a nivel de competencias internacionales, y la despedida de Cristian Pavón, a quien ahora lo espera el Mundial de Rusia como parte del seleccionado de la Argentina.

Mejor no pudo haber terminado entonces la noche para Boca en la Bombonera, porque el equipo de Guillermo Barros Schelotto ganó, gustó y goleó, con el agregado de una clasificación que corrió peligro por depender del resultado del restante partido del Grupo.