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Cinco minutos de terror: otro violento robo a una jubilada en 15 y 72

Cinco minutos de terror: otro violento robo a una jubilada en 15 y 72

La esquina de 15 y 72. A pocos metros de allí, una jubilada de 80 años vivió un martirio al ser asaltada / C. Santoro

Por segunda vez en 48 horas, entre el lunes y el miércoles de esta semana, dos jubiladas fueron sorprendidas, golpeadas y asaltadas en su vivienda. Pero con una particularidad poco frecuente: a ambas las atacaron a trompadas en la cabeza y otras partes del cuerpo por grupos de delincuentes.

Este accionar derivó en conjeturas de los investigadores de estos episodios de inseguridad, quienes sospechan que se trataría de la misma banda.

Como lo reflejó este diario en su edición de ayer, el primero de estos violentos atracos ocurrió en un chalet de 64 entre 131 y 132, minutos después de las 11 de la mañana del lunes.

Tres ladrones se colaron en ese domicilio tras robar las llaves de la vivienda de la camioneta del esposo de la víctima, al usar un inhibidor de alarma vehicular.

Como tenían la casa “marcada”, fueron enseguida al inmueble y redujeron y maniataron a la dueña y a una amiga. A la primera de ellas, Elsie Saulino, le pegaron trompadas en la cabeza y en su brazo derecho. Y huyeron con 100.000 pesos, su alianza y otros 30 anillos de oro.

“LE PEGARON BASTANTE”

En la tarde de ayer, este diario obtuvo el testimonio de Ricardo (50), hijo de la jubilada golpeada y asaltada en otro chalet, de 15 y 72.

Sobre el episodio, relató que “fue a las 9 de la noche (del lunes), justo cuando estaba sola, ya que tanto mi hermana como yo vivimos con ella, pero nos ausentamos circunstancialmente por diversos motivos”.

Consultado acerca de cómo ingresaron los asaltantes a su domicilio, consignó que lo hicieron “por la puerta del frente de la vivienda, a la que destrozaron y no sirve más, por lo que es muy probable que la hayan roto utilizando un ariete como los que usa la Policía en los allanamientos”.

Luego, comentó que los delincuentes “la hicieron sentar en una silla en la cocina y uno de ellos le pegó trompadas en la cabeza y en las costillas”, pese a que la indefensa mujer no se resistió al asalto.

“A mamá le pegaron bastante y ahora está muy asustada”, reveló después el vecino.

“ES UNA BATIDA, DAME LA PLATA”

Aterrada por la violencia física y verbal ejercida sobre ella por la banda, la jubilada quedó perpleja con una frase utilizada por uno de los intrusos.

Al respecto, Ricardo reveló que los delincuentes, que “eran tres ó cuatro, de entre 20 y 30 años, todos con barbijos y con armas de fuego”, le dijeron a su madre que “estamos acá porque es una batida, ahora danos la plata”.

La banda intentó así convencer a la jubilada de que tenían información precisa sobre alguna abultada suma de dinero que iban a encontrar en ese domicilio.

Sin embargo, según lo informado por el hijo de la damnificada, “robaron 50.000 pesos de su jubilación, su alianza y dos pulseras de oro”.

También precisó que este hecho de inseguridad se consumó “en 5 minutos”.

No pasó por alto mencionar que las penurias para su madre pudieron ser todavía mayores, de no haber sido por una circunstancia que obligó a la banda a apurar su fuga.

El hombre indicó al respecto que, en medio del asalto, “pasó por la cuadra un patrullero, haciendo sonar la sirena”.

Asustados frente a la posibilidad de que la Policía hubiese ido al lugar al ser eventualmente advertida por un llamado al 911 desde alguna vivienda de ese barrio, los ladrones optaron por no correr riesgos y escaparon con el botín antes mencionado.

Ricardo señaló que en el chalet que habita junto a su madre y su hermana, “dejaron tirados en el dormitorio de mamá algunos cajones de los muebles y nada más, ya que no pudieron estar demasiado tiempo”.

UN FALLIDO INTENTO RECIENTE

En otro tramo de la charla con este diario, recordó que “hace dos meses ya habían querido entrar a robar en casa, a través de la ventana que da a la calle y un rato antes de la hora de irnos a dormir”.

El intento, afortunadamente, no prosperó y explicó el motivo: “Mientras forzaban la persiana, se activó la alarma. Entonces, prefirieron irse sin robar”.

Volviendo al traumático asalto del lunes, admitió que “mamá quedó muy asustada”, al tiempo que citó que “fue la única vez que robaron acá, pero el barrio está peligroso”.