Tras un período de ingresos que desaceleran y gastos que crecen, directivos de clínicas platenses aseguran que podrían quedar en rojo y que peligran puestos de trabajo.
Andrés Marensi, titular de la Asociación de Clínicas y Sanatarios de la Provincia de Buenos Aires Federadas (ACLIFE), que nuclea a las cuatro filiales regionales de ACLIBA expresó al respecto: «Sin clínicas privadas, la salud pública colapsaría».
Y pidió: «Necesitamos equilibrar las cuentas, y para eso es necesario acordar con algunas obras sociales ingresos acordes».
Cabe resaltar que al no contar con prepagas propias, las clínicas son «ioma-dependientes» o «pami-dependientes», que no aportan más que el 8 o 9 por ciento.
Marensi dijo al respecto: «IOMA nos acaba de reconocer un 15 por ciento de aumento para las prestaciones (…) hay que tener en cuenta de que desde octubre de 2017 los valores estuvieron planchados».
En esa línea, los centros de salud afirman que el incremento «no alcanza» para equilibrar los aumentos en insumos y sueldos que deben afrontar.
