Inicio Argentina Desmoronamientos y filtraciones ponen a la Catedral en emergencia

Desmoronamientos y filtraciones ponen a la Catedral en emergencia

Por MÓNICA PÉREZ

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Desprendimiento de ornamentos, filtraciones y rajaduras en el techo son algunos de los problemas que enfrenta el Templo mayor de la Ciudad, razón por la cual desde la Fundación Catedral se decidió colocar un andamio frente al acceso principal para evitar cualquier accidente que pudiera ocurrir a raíz de un nuevo derrumbe de la mampostería.

Es que aunque no quedara estéticamente bien, en enero último, después de una importante caída de ornamentos y ladrillos que podrían haber ocasionado daños a terceros y particularmente a los numerosos feligreses y visitantes de la Catedral, se optó por levantar una estructura protectora junto a la entrada.

Luego de la colocación de la piedra fundamental del edificio en 1884, su inauguración en 1932 y la construcción de sus torres principales en 1999, transcurrieron 20 años sin que se llevaran a cabo obras relevantes en la estructura edilicia. El paso del tiempo, sumado a la falta de mantenimiento, tuvo consecuencias que preocupan a los miembros de la Fundación Catedral. En los últimos años sólo se emplazó la reja en el perímetro exterior, pero se remarcó que falta completar el frente y, aunque cada deterioro se comunicó a la Dirección Provincial de Arquitectura del Ministerio de Infraestructura, hasta el momento no se consiguió ninguna intervención relevante.

En el marco de sus funciones de preservación, mantenimiento y completamiento del Templo, la Fundación constituyó una comisión de seguimiento de obras integrada por profesionales de la entidad que le mostraron a EL DIA cada área dañada, lo mas impactante fue el mal estado de un sector del techo y el desprendimiento de ladrillos y ornamentos en toda su envolvente.

“Las obras licitadas para la Catedral fueron archivadas por razones presupuestarias“

El problema lleva varios años. Ya en abril de 2016 la Fundación envió una nota a las autoridades de la Dirección Provincial de Arquitectura en la que se explicó la necesidad de revisar el estado de los ornamentos, pináculos y esculturas de todo el perímetro interno y externo del edificio. Se argumentó que hubo caída y ruptura de pináculos de gran porte que podrían haber ocasionado riesgos a los transeúntes y no descartaron nuevos episodios de esas características.

Uno de los problemas mas graves fue debido a la caída sobre las cubiertas de las naves laterales de pináculos de importantes dimensiones pertenecientes a la propia Catedral. Cuando se desplomaron ocasionaron fisuras y filtraciones en distintos sectores de los techos que se observan desde el interior.

En hechos que parecieron calcados, en 2009 y en 2011, el ala izquierda del edificio sufrió una especie de cimbronazos cuando unos pináculos se desplomaron desde los 42 metros de altura donde estaban emplazados. Pese a su dimensión y peso, las estructuras no traspasaron hacia el interior del templo, pero si perforaron las chapas de cobre y desde entonces cada vez que llueve se pronuncian las manchas de humedad y las rajaduras en el interior.

Cabe destacarse que en la Catedral hay unos 900 pináculos y se cree que muchos de ellos podrían estar con riesgo de derrumbe, sobre todo los que dan al ala sur – 15 y 53 – porque está más expuesta al viento y no le da tanto el sol.

Además el constante crecimiento del verdín debilitó la propia estructura catedralicia, a tal punto que en 2010 se impulsó la firma de un convenio de Cooperación Científico Tecnológico con el Laboratorio de Entrenamiento Multidisciplinario para la Investigación Tecnológica (LEMIT) para que realizara estudios y conclusiones orientadas al diagnóstico, tratamiento correctivo y preventivo de la envolvente y toda otra cuestión necesaria conveniente o útil a la conservación y mejora del edificio.

El estudio presentado por el LEMIT dio cuenta del crecimiento de microorganismos en las superficies expuestas, se indicó que para su eliminación debía efectuarse un tratamiento técnico específico y sellar las juntas de los muros. Pero eso nunca se hizo, pese a que se solicitó la obra al Ministerio de Infraestructura porque la Catedral es un patrimonio histórico Provincial y la autoridad ministerial es la titular de dominio del edificio.

FALTA UN TRAMO DE REJAS Y HAY LICITACIONES ARCHIVADAS

Se indicó que la falta de reja en el frente también agravó el deterioro del edificio y la Fundación Catedral destacó que “resta instalar el tramo que debería custodiar el ingreso por la escalinata principal, eso genera inconvenientes de seguridad, uso inadecuado del espacio y actos vandálicos que dañan la ornamentación del frente”.

Por otra parte, se informó que la computadora desde la que se acciona el campanario de la Catedral sufrió una descarga atmosférica hace unos dos años y se dañó el almacenamiento de la información que reproduce diferentes melodías en el carrillón.

La Fundación recordó que el Ministerio consideró algunas cuestiones, con excepción de la envolvente edilicia y de la computadora del campanario que no fueron evaluadas para su acondicionamiento, y se llamó a licitaciones públicas para que cotizaran las siguientes obras: Instalación del sistema de detección de incendio, circuito cerrado de televisión, incorporación de sistema de audioguías, colocación de la reja en el frente de la Catedral, reparación de las cubiertas de cobre existentes en los techos del Templo para sanear las filtraciones e instalación de un ascensor en la Torre de María hasta el nivel del campanario.

Además la Fundación Catedral elaboró un proyecto lumínico del frente que fue remitido a consideración de las autoridades ministeriales que también lo incluyeron en la licitación. El trabajo consistía en la instalación de artefactos lineales y puntuales de refuerzo en los laterales, lo que posibilitaría apreciar en todo su esplendor la belleza arquitectónica del mayor templo neogótico del siglo XX.

“Todas esas obras licitadas si bien fueron preadjudicadas en el mes de agosto del año 2018, las actuaciones administrativas fueron archivadas por razones presupuestarias”, informó un miembro de la Fundación.