En los últimos tiempos recrudecieron los asaltos en viviendas de La Plata bajo la modalidad entradera, pero el que padeció un matrimonio de jubilados en su casa de Barrio Norte impresiona por la violencia extrema que los delincuentes descargaron sobre sus víctimas.
Como lo reflejó este diario en su edición de ayer, el brutal episodio ocurrió el martes a la tarde, cuando la pareja volvió a su casa de la zona de 4 y 34 después de hacer un trámite bancario y dos ladrones, uno de ellos encapuchado, los abordaron, amenazaron e ingresaron en el domicilio con ellos.
Casi 24 horas después del incidente, en el rostro de Nancy Bernuez (81) persistían ayer las marcas del brutal ataque. Y en su voz, el miedo. “Llegamos a las 5 y media de la tarde, después de haber retirado 5.000 pesos del Banco Provincia de 6 y 46”, contó a este diario en la puerta del chalet donde pasó todo.
Según recordó, ella se encargó de subir el auto a la vereda, abrir el portón del garaje y volver al coche para ayudar a bajar a su marido, que sufre mal de Parkinson.
“Como le tiemblan las piernas, lo tomé de las manos para avanzar despacito hacia el interior de casa. Como hago siempre”, explicó Nancy, haciendo hincapié en este detalle porque fue el que aprovecharon los delincuentes para reducir a las víctimas fácilmente.
“Ya estábamos dentro del garaje cuando se nos vinieron encima”, apuntó la mujer. Sin importarles la edad del hombre, ni su estado de salud, lo llevaron por la fuerza hasta la cocina, donde empezaron a golpearlo.
A su mujer le ataron las manos con precintos antes de conducirla por distintos ambientes de la casa. En esos instantes de terror también la agredieron a ella.
Según Nancy, “el más agresivo era el que tenía la cara al descubierto, que además andaba con un cuchillo y un martillo”.
Estimó la mujer que la pesadilla duró aproximadamente una hora, tiempo en que fueron sometidos a una despiadada paliza para robarles algunas de sus pertenencias.
“Nos tuvieron en distintos ambientes de la casa, pero a los dos nos atacaron a trompadas y cuando nos tiraron al piso nos pegaron varias patadas”, reflejó la jubilada, con algo de bronca y mucho de angustia.
El delincuente que se mostró más violento le reclamó a Nancy que entregara “los dólares” y también un celular. Y se enfureció todavía más cuando ella le respondió que no tenía “ni una cosa ni la otra”.
“Me pegó tanto en la cara que me la lastimó bastante y estuve como 45 minutos tirada en el suelo, simulando estar desmayada”, comentó.
Pero el peor momento de esa tarde terrible fue cuando escuchó que uno de los agresores le advertía a su esposo que iba a pegarle con el martillo. “Todavía no sé si lo hizo, pero una vez que se fueron mi esposo quedó perdiendo sangre por un corte grande en la frente”, recordó, sin pasar por alto que “tenía otras heridas en la nariz, en la boca y en los oídos. No entiendo por qué tanta saña”, expresó angustiada.
Casi al borde del llanto, Nancy acotó: “Mi marido está ahora en terapia intensiva del hospital Español y los médicos me dijeron que por los golpes se le formó un coágulo en la cabeza”. Los especialistas aguardan la evolución del paciente, pero no descartan que deban operarlo en los próximos días.
Su preocupación por el estado de salud de su compañero de vida y el miedo que le quedó tras el terrible asalto, hicieron que quedara en un segundo plano todo lo que e llevaron los violentos delincuentes. Dejando a su paso un caos de muebles y efectos desparramados, los intrusos se llevaron 8.000 pesos, las alianzas de casamiento de la pareja, un anillo de oro y rubí y un aro solitario, según supo este diario.
Todavía en shock, Nancy contó una escena que refleja la locura de la secuencia completa: “De una trompada, uno de ellos me hizo volar el audífono. El cómplice me lo dio, y el otro me lo sacó de un cachetazo”.
Algunos vecinos del matrimonio agredido declararon que “desde bastante antes” de que la pareja llegara a su vivienda los delincuentes “los esperaban en una moto”. Una cámara de seguridad callejera también los muestra observando a las víctimas desde la vereda de enfrente.
